(ZENIT – 5 feb. 2019).- El documento «Fraternidad humana por la paz mundial y la convivencia común», firmado por el Papa y el Gran Imán de Al-Azhar, representa «un paso de gran importancia en el diálogo entre cristianos y musulmanes» y un «poderoso signo de paz y esperanza» para el futuro de la humanidad, declaró Alessandro Gisotti, Director ad interim de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
El Documento es un llamamiento acuciante para «responder con el bien al mal», para «fortalecer el diálogo interreligioso» y «promover el respeto mutuo», para «bloquear el camino a aquellos que soplan sobre el fuego del choque de civilizaciones», apuntó.
En Abu Dabi, Francisco y Al-Tayyib han indicado juntos un camino de paz y reconciliación que pueden recorrer todos los hombres de buena voluntad, no solo los cristianos y los musulmanes.
El Documento es «valiente y profético» porque «enfrenta, llamándolos por nombre, los temas más urgentes de nuestro tiempo sobre los cuales los que creen en Dios están llamados a interpelar sus conciencias y a asumir con confianza y decisión su responsabilidad de dar vida a un mundo más justo y solidario».
Nombre de Dios
«Con palabras inequívocas», el Papa y el Gran Imán advierten de que «nadie está autorizado a instrumentalizar el nombre de Dios para justificar la guerra, el terrorismo y cualquier otra forma de violencia». Y reafirman que «la vida debe salvaguardarse siempre, al igual que los derechos de las mujeres deben ser plenamente reconocidos, rechazando cualquier práctica discriminatoria contra ellas».
Frente a una humanidad herida por tantas divisiones y fanatismos ideológicos, el Pontífice y el Gran Imán de Al-Azhar muestran que promover la cultura del encuentro no es una utopía, sino la condición necesaria para vivir en paz y dejar a las generaciones futuras un mundo mejor que aquel en que vivimos.