Un bouquet de flores para la Virgen. Este fue el primer acto no oficial fuera de la Ciudad del Vaticano que el papa Francisco realizó esta mañana en Roma.
Lo depuso a los pies de la imagen de Santa María Salus Populi Romani, (Salud del pueblo Romano, entendida la palabra ‘salud’ como ‘protectora’) también conocida como la Virgen de las Nieves. El papa Francisco estuvo de rodillas por unos diez minutos largos y concluyó cantando la Salve Regina junto a quienes le acompañaron.
Fue en Santa María la Mayor, una de las cuatro basílicas pontificias situadas en Roma. El bouquet era sencillo, estaba compuesto con una orquídea azulada central, y varias flores de colores en torno.
Entró aproximadamente a las ocho de la mañana por la sacristía, cruzó toda la nave central desde el fondo de la iglesia hasta adelante. El templo estaba vacío, no habían abierto aún las puertas al público.
Tras rezar en la capilla llamada Paulina, o Borghese, cruzó a la capilla de enfrente, Sixtina, aún cerrada al público por restauración. Ai ir pasó por la parte inferior del altar en donde según la tradición, está la cuna de Jesús.
En la Sixtina, se detuvo en oración en el altar en el que san Ignacio celebró su primera misa de Navidad. Y unos instantes delante de la tumba de un papa: San Pio V, el de la batalla de Lepanto. Al salir saludó a quienes trabajan en dicha iglesia, religiosas, religiosos y personal de seguridad y varios. Uno por uno. “Soy mexicana” le dijo una religiosa, a lo que el papa Bergoglio le respondió: “Y también guadalupana, ¿verdad?”.
“Yo también le saludé –le indicó a ZENIT otra religiosa también de México allí presente- y entonces de dije: soy mexicana y guadalupana, y el papa me sonrió. Si bien no me acuerdo bien lo que me dijo porque estaba muy emocionada”, indicó.
El icono o cuadro de la Virgen Salus Populi Romani, según la tradición “la pintó el apóstol San Lucas”, aunque los estudiosos del arte la ubican en el siglo VII, y hacen referencia a las procesiones de la época con un icono de la Virgen, si bien seguramente fue repintada en el siglo XII. Fue coronada por Pío XII en 1954, y Benedicto XVI le prestó homenaje en diversas ocasiones.
El conocido icono mariano de la Jornada Mundial de la Juventud, es una copia de la Salus Populi Romani, y por voluntad de Juan Pablo II acompaña a los jóvenes universitarios de todo el mundo en peregrinación, con otra invocación, la de Sedes Sapientiae.
Y por la tarde, esto si es oficial, celebrará la misa en la Capilla Sixtina, con los cardenales electores. Irá también a visitar, según fuentes no oficiales, a Benedicto XVI a Castel Gandolfo.
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