(ZENIT Noticias / Madrid, 16.03.2024).- Luis Argüello, arzobispo de Valladolid, nuevo presidente de la Conferencia Episcopal Española, afronta su cargo con la amenaza de cierre para “más de la mitad de los seminarios”, proceso que sería calificado por la mayoría de los obispos españoles como “impuesto por Roma” y respaldado por la anterior presidencia de la Conferencia.
Todo inició con la visita durante el mes de noviembre de los obispos españoles a Roma. El Dicasterio del Clero les entregó un estudio sobre los “Criterios para la actualización de la formación sacerdotal inicial en los Seminarios Mayores de las Iglesias particulares que conforman la Conferencia Episcopal Española”, donde aparecían lineamientos, número y fechas para el proceso de cierre de centros de formación.
Durante el encuentro en Roma, el Papa habría expresado de manera informal y a puerta cerrada que no quería menos de 25 o 30 estudiantes por seminario. Poco después, encargó al Dicasterio para el Clero que analizara si esta medida se cumplía en un país con pocas vocaciones.
La auditoría del Dicasterio para el Clero tuvo por objetivo valorar el cierre de algunos seminarios en favor de una fusión territorial y constatar si se aplican los nuevos planes de estudio diseñados según las líneas del papa Francisco.
España cuenta con 45 seminarios y son menos de diez los que superan la treintena de alumnos. La fusión busca garantizar formación académica de calidad y fortalecer a los jóvenes en la pertenencia a un grupo generacional. En Cataluña fueron pioneros durante 1988 con la creación del seminario interdiocesano, donde estudian los seminaristas de sus diócesis, salvo Barcelona y Tarrasa. En Cartagena, desde hace una década acogen a los provenientes de Guadix y Almería (además, cuenta con plazas becadas para los futuros sacerdotes de la diócesis congoleña de Idiofa).
“La reunificación es algo más natural, que ya se está dando, que una imposición que venga de fuera. Con tres jóvenes se empobrece la convivencia y el acompañamiento, lo verbalizan los seminaristas almerienses como algo muy positivo del cambio”, expone el rector del seminario de Cartagena, Murcia, Jesús Sánchez García, que dirige el centro. “Que estudien aquí no es un desarraigo, sino una experiencia compartida que enriquece. No están secuestrados en Murcia. Por ejemplo, el fin de semana los de Almería de la etapa configurativa desarrollan la pastoral en sus parroquias: estamos a una hora y media en coche”.
El documento fue analizado por la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal en enero 2024, la cual hizo una encuesta a los obispos del país sobre la aplicación de los criterios recibidos de Roma.
Además, habrían recibido una carta del Papa sobre el proceso de unificación de los seminarios en el mes de febrero de 2024, la cual no se hizo púbica por la presidencia de la Conferencia antes de la votación del nuevo Presidente. Varios puntos de la carta motivaron debate y análisis en los obispos perplejos, según varias fuentes. Algunos calificaron la indicación sobre los Seminarios como una herencia pesada del anterior liderazgo episcopal al presidente entrante, monseñor Argüello.
Es curioso el dato de que no hubo división en la elección del nuevo presidente, que fue elegido a la primera y en sucesivas votaciones, pero hubo discrepancia ante el futuro de los seminarios españoles, con pocos obispos apoyando los planteamientos vaticanos.
La vida de los seminarios se percibe en forma diversa entre la mayoría de diócesis pequeñas y las que se insertan en grandes ciudades. Como todo grupo humano, los pareceres cambian. La encuesta que se hizo a los obispos terminaba con una nota informativa: “En la Plenaria, Monseñor Vidal”, que es el responsable de la comisión para los seminarios, “ha presentado todo este proceso. Está previsto que los obispos establezcan un calendario de trabajo y señalen los temas que se van a incluir en una encuesta que van a contestar todos los prelados sobre esta cuestión”.
Algunas fuentes indican que el cierre es para “más de la mitad de los seminarios españoles” y, según algunos obispos, consultados por Religión Confidencial, “arrasaría con la formación teológica en las diócesis pequeñas, con lo que supone una contradicción en lo que dice el papa Francisco de pensar y actuar desde las periferias y no desde el centro, de preocuparse por los más vulnerables, por la España vaciada”, lo cual mostraría un proceso “poco sinodal”.
¿Por qué poco sinodal? Porque “el informe de los obispos visitadores no ha concluido con especiales problemas en los seminarios españoles, sino todo lo contrario”. No se comprende, por tanto, el interés de un proceso que está “creando nerviosismo en los jóvenes que se preparan al sacerdocio, en un momento de descenso significativo del número de seminaristas y de cansancio del clero”.
Las respuestas de los obispos a la encuesta y sus conclusiones se analizarán en la próxima Comisión Permanente.
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