BERNA, viernes 30 de octubre de 2009 (ZENIT.org).- Suiza se orienta hacia una ley que restrinja el suicidio asistido, informó este jueves “Gènéthique», el resumen de prensa de la Fundación Jérôme Lejeune.
Cada año, organizaciones suizas como Dignitas o Exit reciben 400 personas extranjeras que van a Suiza a suicidarse.
Para detener este “turismo de la muerte”, el Gobierno suizo está preparando un proyecto de ley.
Los médicos, los extranjeros y las organizaciones que promueven el suicidio asistido deberán probar que la persona que desea morir es capaz de discernir y que sufre una enfermedad incurable “que resultará mortal a corto plazo”
Por otra parte, el Gobierno excluye el suicidio asistido para personas que sufren enfermedades crónicas que no ocasionan la muerte o un trastorno mental.
La consejera federal Eveline Widmer-Schlump afirmó que “los cuidados paliativos deben permitir a esas personas continuar viviendo con dignidad”.
La persona que acompaña al suicida deberá presentarle alternativas, y el suicidio deberá ser la última “solución” propuesta.
Por último, el Gobierno quiere impedir que la asistencia organizada al suicidio se convierta en una actividad lucrativa.
Dignitas y Exit son fuertemente reacias a estas propuestas. Exit considera que estas propuestas son inaceptables, y Dignitas ha amenazado con un referéndum, convencida de ganar en caso de votación.
El proyecto de ley deberá debatirse en el Parlamento el próximo mes de marzo.