México, tierra de santos

«El Buen Camino», nuevo libro de Carlos Villa Roiz

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MÉXICO, lunes, 13 julio 2009 (ZENIT.org-El Observador).- Carlos Villa Roiz es un periodista mexicano con más de treinta años de experiencia en el medio, tanto en televisión como en prensa escrita; a lo largo de su carrera ha cubierto la fuente religiosa, sobre todo desde la primera vista de Juan Pablo II a México. Actualmente se desempeña como subdirector de Información del Arzobispado de México.

Acaba de presentar en la capital el libro «El Buen Camino», donde reseña la vida de unos 600 santos, beatos, siervos de Dios, venerables, mártires, y otros cristianos mexicanos que vivieron su fe de manera admirable y que, algunos, se encuentran en proceso de beatificación o canonización.

–¿Qué es el libro «El buen Camino»?  ¿Un reportaje; un santoral; un martirologio? 

–Carlos Villa Roiz: Es la actualización del libro «De América al Cielo» que preparé junto a mi hermano Miguel Ángel en el marco de la canonización de Cristóbal Magallanes y compañeros, en mayo de 2000. El libro ha sido enriquecido con crónicas, experiencias, anécdotas e investigaciones personales, particularmente del entorno socio-económico y cultural en que vivieron los biografiados, de modo que es mucho más que un compendio.

–¿Por qué se han detenido muchas causas de beatificación o de santificación en México? 

–Carlos Villa Roiz; La Iglesia, por supuesto, tiene una clara idea de lo que es la santidad. En el país hay unos cien siervos de Dios de distintas diócesis. Todas avanzan pero al paso que Dios quiere y en medida de los recursos económicos que se designen, el interés que pongan los promotores y el paso lento pero firme de los historiadores, peritos, gestores y finalmente, de las propias personas que solicitan o no, un milagro a través de los candidatos. Cuando se demuestra un milagro se estudia científicamente y si se reconoce como tal, es la señal de que el candidato está en el cielo, gozando de la presencia de Dios.

Cada quien avanza a su paso, lo importante es que cuando un candidato es inscrito en el canon de los santos haya absoluta certeza de la veracidad del pronunciamiento. Hay procesos que duran pocos años, otros siglos.

–¿Existe una adecuada percepción del valor de la santidad en la Iglesia en México? 

–Carlos Villa Roiz: A pesar de la variedad de santos que hay en nuestro país, por desgracia, falta difusión de cada uno de ellos por separado: sus carismas, sus enseñanzas, sus ejemplos. Por desgracia, ni siquiera las agendas que se fabrican en México abarcan el total de nuestros santos. El arzobispado de Guadalajara y el de México han hecho grandes esfuerzos de difusión pero falta mucho por hacer. Finalmente, la piedad popular, también tiene la última palabra.

–¿Qué país de América lleva mejor las causas de los santos y por qué?

–Carlos Villa Roiz.: No sabría decir qué país de América tiene mayor interés o preparación en la gestión de llevar estos procesos, pero México es el país de América donde hay más beatos y santos: 55 en total, de los cuales, 30 fueron sacerdotes, 19 laicos, 3  religiosas, uno obispo, además de otros frailes.  

–¿Qué casos de personajes «célebres» permanecen en el tintero?  ¿Hay causas abiertas de sor Juana Inés de la Cruz, Vasco de Quiroga, fray Bartolomé de las Casas…?

–Carlos Villa Roiz: Vasco de Quiroga, Bartolomé de las Casas y otros más de este tipo, son ejemplos maravillosos de vida sin embargo, se perciben distantes en nuestro siglo XXI. Las causas históricas son difíciles que prosperen, sobre todo, por el requerimiento del milagro.

Por lo general, además de los santos «clásicos» de la Iglesia –san Antonio, san Francisco, san Charbel, san Martín de Porres, santa Teresita del Niño Jesús, san Judas Tadeo, etc.–, la gente invoca en sus necesidades a santos como la Madre Teresa de Calcuta e incluso a Juan Pablo II, quien de momento sólo es siervo de Dios.

Seria algo extrañamente particular pero no imposible, que alguien invocara a fray Juan de Zumárraga, o a fray Andrés de Montesinos, cuyas vidas y ejemplos de santidad no los pongo en duda.

Hay interés, por ejemplo, de introducir la causa de sor Juana Inés de la Cruz. Uno de sus historiadores me lo dijo, pero no sé si él o algún grupo de simpatizantes tuvieran las posibilidades de solventar los gastos que requiere todo proceso, pues cada caso se estudia en México pero también en Roma.

–De acuerdo a esta investigación, ¿que se puede o debe hacer en México para promover las causas de santidad?

–Carlos Villa Roiz: Conocer la historia de la Iglesia en México, ejercicio, por lo demás interesante si se toma en cuenta que estamos en vísperas del bicentenario de la Independencia de México

¿Cuál es el perfil medio del santo o de la santa mexicanos? 

–Carlos Villa Roiz: En México, el 94.54 % de los santos son hombres; el 5.45 % son mujeres. Además, hay 4 niños, 6 indígenas, 9 Caballeros de Colón. Del total, 9 estuvieron casados, 6 tuvieron hijos. Dos fueron asesinados durante la Guerra Civil Española; 4 fueron músicos profesionales.

La edad promedio de vida de los santos mexicanos es de 43 años. El número de mártires mexicanos es de 49. Por virtudes en grado heroico es de 6.

La entidad en donde nacieron más santos y beatos mexicanos es Jalisco, con 27, seguido de Zacatecas con 7, Michoacán con 4, y empatados en 3: Guerrero y Tlaxcala. Con 2 la ciudad de México, Oaxaca, Guanajuato y el Estado de México. Con 1: Durango, Chihuahua y Veracruz.

En cuanto al lugar en donde han muerto estos beatos y santos mexicanos, el primer lugar lo ocupa Jalisco con 25, seguido por Guanajuato y Zacatecas con 5 cada uno, Puebla con 4, Japón  y ciudad de México con 3 cada uno. Con una sola muerte, por entidad, están: Chihuahua, Colima, Durango, Estados Unidos, Guerrero, Michoacán, Morelos, Tlaxcala y Veracruz. En España murieron dos beatos mexicanos en la Guerra Civil Española.

 Por Jaime Septién

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ZENIT Staff

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