CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 22 de abril de 2009 (ZENIT.org).- Benedicto XVI recordó este miércoles, al terminar la audiencia general que en un día como ese, hace 25 años, su predecesor, el Juan Pablo II, confió a los jóvenes la cruz de madera que se convirtió en en símbolo de las Jornadas Mundiales de la Juventud.
«Desde entonces, la cruz fue acogida en el Centro Internacional juvenil San Lorenzo, y desde allí comenzó a viajar por los continentes, abriendo los corazones de tantos chicos y chicas al amor redentor de Cristo», recordó el pontífice en el encuentro con miles de peregrinos en la plaza de San Pedro.
El Papa entregó de nuevo la cruz a los jóvenes y les exhortó: «Continuad llevándola a todo lugar de la tierra, para que también las próximas generaciones descubran la Misericordia de Dios y reaviven en sus corazones la esperanza de Cristo crucificado y resucitado».
Durante la entrega de la cruz estuvo presente el presidente del Pontificio Consejo para los Laicos, organismo que organiza por parte de la Santa Sede estas jornadas, el cardenal Stanislaw Rylko.
En días pasados el purpurado reconocía que la historia de esta cruz es un «verdadero milagro de gracia. Todos quedan sorprendidos de cómo esta simple y pobre cruz es capaz de dar una fuerza espiritual así de grande que reúne miles de jóvenes en todos los lugares».
Una vez finalizada la audiencia, unos 130 jóvenes, la mayoría de ellos procedentes de Polonia ,caminaron desde la Plaza de San Pedro con la Cruz y el Icono de María «Salus Popolus Romani» hacia el Centro San Lorenzo, que dista a pocos metros de la Plaza.
Posteriormente, los jóvenes llevaron la cruz por algunas calles del centro histórico de Roma, partiendo desde el Castillo de San Ángel hasta llegar a la Plaza Navona.
«En el camino encontramos una chica que nos dijo que no era muy creyente. Luego se acercó para orar por las víctimas del terremoto en los Abruzos. Esto es verdaderamente poner el sufrimiento del mundo ante la cruz», dijo a ZENIT la joven Leen den Blauwen, procedente de Bélgica, quien trabaja en el centro San Lorenzo.
La celebración de estos 25 años concluyó en las horas de la tarde en el Centro San Lorenzo con una adoración eucarística, seguida de una santa misa celebrada por el padre Eric Jacquinet, encargado de la sección de jóvenes del Pontificio Consejo para los Laicos.
En los próximos días la cruz partirá en una breve peregrinación hacia Polonia. Luego será trasladada a España donde irá en procesión como preparación para la XXVI Jornada Mundial de la Juventud que se realizará en Madrid en agosto de 2011.
La cruz de las jornadas
A comienzos del Año Santo extraordinario de la Redención, celebrado entre 1983 y 1984, Juan Pablo II decidió poner en la Basílica de San Pedro una gran cruz de madera de dos metros.
Al finalizar este año conmemorativo el Papa entregó esta cruz a los jóvenes del Centro San Lorenzo diciendo: «Llevadla por el mundo como signo del amor del Señor Jesús a la humanidad y anunciad a todos que solo en Cristo muerto y resucitado hay salvación y redención».
Pero el mismo Papa dispuso que se hiciera una copia de la Cruz, una se encuentra en el Centro San Lorenzo, de manera permanente, la otra peregrina por los cinco continentes.
El centro Internacional Juvenil San Lorenzo fue inaugurado en 1983 por el Papa Juan Pablo II. Busca ofrecer a los jóvenes un espacio comunitario donde puedan compartir su fe con personas que vienen de diferentes países.
Ofrece diariamente misa y adoración eucarística, así como diversas actividades que permiten el crecimiento de la fe de cientos de jóvenes peregrinos o residentes en Roma. También organiza con los jóvenes peregrinaciones en diferentes iglesias y santuarios de la Ciudad Eterna.
Por Carmen Elena Villa