CIUDAD DEL VATICANO, jueves 29 de abril de 2010 (ZENIT.org).- Benedicto XVI evocó la fiesta de san José obrero, que se celebra el 1 de mayo, invitando a reflexionar sobre el lugar que ocupa el trabajo en la vida de las familias.
El Papa se refirió, este miércoles en el Vaticano tras la audiencia general, al saludar a los polacos en su lengua, a la fiesta del “próximo sábado, la memoria de san José obrero, guardián de la Sagrada Familia y patrón de las personas que alcanzan a través de su trabajo su recursos para vivir”.
Ante el 1 de mayo, el Papa auspició “que esta jornada sea una oportunidad para profundizar en la reflexión sobre el sentido del trabajo y su justo lugar en la vida de las familias”.
Y concluyó: “Os confío a todos los aquí presentes y confío a los trabajadores a la protección de san José”.