CIUDAD DEL VATICANO, lunes 20 de octubre de 2008 (ZENIT.org).- El éxodo de los cristianos del norte de Irak sigue creciendo debido a los ataques a la Iglesia local, según informa «Radio Vaticano».
La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas aseguró que serían 1560 las familias que han dejado la ciudad de Mosul la última semana, mientas que la población de los evacuados sería de unas 9.400 personas.
Según una nota distribuida por las autoridades locales, representaría casi la mitad de toda la comunidad cristiana de la ciudad.
Actualmente miles de hombres, mujeres y niños necesitan comida, ropa y material sanitario, afirma la radio pontificia.
«La persecución contra los cristianos tienen también un valor altamente simbólico», explica monseñor Raymond Moussalli, vicario del episcopado caldeo en Jordania. El prelado también se ocupa de los refugiados cristianos iraquíes en el reino hashemita.
El prelado advierte con preocupación: «estamos asistiendo a una verdadera y propia guerra a los cristianos, es necesario darse cuenta, antes que sea demasiado tarde. Un Irak sin cristianos sería un país más pobre y esto traerá repercusiones negativas sobre los cristianos de todo el Oriente Medio».
Continúa mientras tanto la operación de policía en Mosul para poner fin a los ataques.
Se han realizado diez detenciones en las últimas 24 horas. El ministro de defensa iraquí Abdul Qader al-Ubeidi definió el domingo los ataques a los cristianos como una «campaña organizada de amenazas».