POMPEYA, domingo, 19 de octubre de 2008 (ZENIT.org).- Benedicto XVI presentó este domingo el ejemplo de amor y de fe que siguen ofreciendo hoy los padres de santa Teresita del Niño Jesús, Louis Martin y Zélie Guérin.
El segundo matrimonio de la historia elevado a la gloria de los altares –Zélie vivió entre 1831 y 1877 y Louis entre 1823 y 1894 y– fueron beatificados en una ceremonia presidida en la basílica de Lisieux por el cardenal José Saraiva Martins, legado pontificio.
La fecha de su beatificación es significativa, el Día Mundial de las Misiones (DOMUND), pues la hija de los nuevos beatos, santa Teresa de Lisieux, fue declarada por Pío XI patrona de las misiones.
«Estos nuevos beatos han acompañado y compartido, con su oración y su testimonio evangélico, el camino de su hija llamada por el Señor a consagrarse a Él sin reservas entre las paredes del Carmelo», explicó el Papa desde el Santuario de Pompeya, cerca de Nápoles (Italia).
«Con su vida de matrimonio ejemplar han anunciado e Evangelio de Cristo -añadió el Papa hablando en francés–. Han vivido ardientemente su fe y la han transmitido en su familia y a su alrededor».
«Que su oración común sea fuente de alegría y de esperanza para todos los padres y todas las familias», deseó.
El ejemplo de amor de los nuevos beatos el Papa lo sintetizó con una expresión escrita por su hija: «En el corazón de la Iglesia, mi madre, seré el amor».
Pensando en la beatificación de los esposos Martin, Benedicto XVI recordó «otra intención que llevo en el corazón: la familia, cuyo papel es fundamental en la educación de los hijos en un espíritu universal, abierto y responsable hacia el mundo y sus problemas, así como en la formación de las vocaciones a la vida misionera».
El Papa invocó «la materna protección de la Virgen de Pompeya sobre todos los núcleos familiares del mundo, pesando ya en el VI Encuentro Mundial de las Familias, programado en la Ciudad de México para enero de 2009″.