CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 18 mayo 2007 (ZENIT.org).- Para los sacerdotes, aunque tengan ingentes desafíos misioneros, como sucede en África, la oración y la vida de los sacramentos es una «prioridad pastoral», considera Benedicto XVI.
Esta fue la consigna que dejó a los sacerdotes de Mali al recibir este viernes en la residencia pontificia de Castel Gandolfo a sus obispos, que han venido para cumplir con la quinquenal visita «ad limina apostolorum» al Papa y a sus colaboradores de la Curia Romana.
«La vida de oración y la vida sacramental son para los sacerdotes una auténtica prioridad pastoral, que les ayudará a responder con determinación a la llamada a la santidad recibida del Señor y a la misión de guiar a los fieles por este mismo camino», aseguró el pontífice.
«Quien reza no desperdicia su tiempo, aunque todo haga pensar en una situación de emergencia y parezca impulsar sólo a la acción», aseguró el Papa.
En Mali, país en un 90% musulmán, hay 71.233 habitantes por sacerdote católico.
Benedicto XVI pidió a los obispos que en la formación de los seminaristas, los futuros sacerdotes, presten «una atención particular a su madurez afectiva».
Esto, afirmó, les «permitirá dar una respuesta libre a la vida en el celibato y en la castidad, don precioso de Dios, y a tener una conciencia sólida a lo largo de su existencia».