Tras presidir la misa de inauguración de la Quinta Conferencia General del Episcopado Latinoamericano, Benedicto XVI recordó en su saludo final a los peregrinos este acontecimiento decisivo para la historia del país, que tuvo lugar el 13 de mayo de 1888.
Manifestando su cercanía a la comunidad afro-brasileña, el obispo de Roma afirmó: «Que este recuerdo estimule la conciencia evangelizadora de esta realidad socio-cultural de gran importancia en la Tierra de la Santa Cruz».