En un telegrama enviado en nombre del Papa por el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado, al obispo castrense de Italia, el arzobispo Angelo Bagnasco, se califica de «innoble el ataque al convoy italiano, que presta servicio en Kabul», acaecido el 5 de mayo.
En el atentado otros cuatro militares italianos resultaron heridos.
«El Sumo Pontífice desea expresar a sus padres y familiares su participación personal en el profundo dolor y manifestarles al mismo tiempo su sentido pésame por el grave luto que afecta de nuevo a toda la nación italiana y en particular a las Fuerzas Armadas, dedicadas a sostener con abnegación generosa una acción de paz entre poblaciones sometidas a duras pruebas», afirma el mensaje.
Estas palabras fueron leídas durante las exequias por el mismo monseñor Bagnasco.
«Asegurando fervientes oraciones para que el Señor acoja en la vida eterna a las jóvenes víctimas que han sacrificado su existencia –concluye el mensaje–, Su Santidad invoca el consuelo celeste para cuantos lloran su dramática muerte y envía la bendición apostólica con un pensamiento especial para los militares heridos».