MADRID, miércoles, 24 agosto 2005 (ZENIT.org).- Cáritas Española ha decidido enviar a Malí una nueva partida de 55.000 euros procedentes de sus fondos de emergencia para dar respuesta a la grave situación de desnutrición infantil que está provocando en todo el país subsahariano la hambruna que afecta a una buena parte de la región africana del Sahel.
Esta nueva provisión de fondos –que será gestionada directamente en el terreno por los Misioneros de África para adquirir alimentos y repartirlos a la población más vulnerable a través de las cantinas escolares repartidas en las distintas misiones— se suma a otra partida de 48.000 euros remitida por Cáritas Española a Cáritas Malí como respuesta a su llamamiento urgente de ayuda lanzado el pasado mes de mayo para hacer frente a la emergencia alimentaria provocada por la sequía y la plaga de langostas.
El programa de emergencia activado por Cáritas Malí el pasado mes de mayo está dirigido a prestar ayuda alimentaria a 3.105 familias mediante el reparto en todo el país de 931,5 toneladas de comida.
180.000 niños desnutridos
A pesar de los esfuerzos desarrollados en los últimos meses por el personal local de Cáritas, la hambruna declarada en mayo en el norte de Malí se ha agravado al ir extendiéndose al resto del país y al producirse importantes desplazamientos de la población afectada.
Según la información facilitada a la red Cáritas por el arzobispo de Bamako, monseñor Jean Zerbo, se calcula que en el país hay actualmente unos 180.000 niños afectados de malnutrición, de los que casi el 40% sufren desnutrición severa.
Cáritas Malí ha puesto en marcha un programa específico para dar respuesta a este serio problema mediante la apertura de 30 centros de nutrición, a través de los que se presta atención directa a 6.000 niños.
La hambruna es especialmente preocupante en las regiones de Kayes, Ségou, Mopti, Tombuctú, Gao y Kidal. Al igual que ha sucedido en el vecino Níger, la escasez de cereales –este año se han cosechado 347.000 toneladas menos de grano— ha originado el acaparamiento del mismo por parte de los comerciantes locales y una subida incontenible de precios, que han alcanzado niveles prohibitivos para la mayoría de la población.
Además del reparto de comida, la ayuda que la red Cáritas está prestando a los grupos más vulnerables se completa con la distribución de semillas para la próxima temporada de siembra, que comenzará dentro de un par de meses.
El pasado mes de julio Cáritas Española puso en marcha una campaña de emergencia para canalizar la solidaridad de los donantes españoles hacia la población afectada por la hambruna declarada en Níger y el resto de los países vecinos del Sahel.
