La noticia había llevado a la Comisión Ejecutiva del Episcopado a difundir, un día antes, una declaración dirigida al Pueblo de Dios (Cf. Zenit, 23 de agosto de 2005).
La treintena de obispos se dedicó a preparar la Asamblea Plenaria que, con carácter electivo, se desarrollará del 7 al 12 de noviembre en la casa de retiros El Cenáculo – La Montonera, de la localidad bonaerense de Pilar.
Una instancia en la que, por límite de edad y estatutos, producirá un recambio “casi total” en la estructura de la Conferencia Episcopal.
El portavoz del Episcopado, presbítero Jorge Oesterheld, explicó a la prensa que : lo central fueron las cuestiones “internas, jurídicas y organizativas” relativas a esa asamblea electiva.
El arzobispo de Tucumán y administrador apostólico de Santiago del Estero, monseñor Luis Villalba, trazó el martes un breve panorama de lo que ocurre en la diócesis a la que se le encomendó atender pastoralmente. «Los sacerdotes son los más afectados por esta situación», comentó el prelado tucumano a sus pares, que además recibieron una carta personal de monseñor Maccarone.
La Comisión Permanente decidió, además, no decir nada sobre el tono agresivo de la campaña para las elecciones legislativas de octubre próximo, ni difundir la carta personal que enviarán a los fieles en el Adviento, con el objetivo de que se interpelen sobre cuánto hacen –con trabajo, tiempo y dinero– al sostenimiento económico del quehacer evangelizador de la Iglesia.
En otro momento, los obispos escucharon un informe del presidente de la Comisión Episcopal de Comunicación Social, monseñor Mario Maulión, arzobispo de Paraná, a cuyo organismo se le encomendaron distintas tareas en orden a diseñar una «pastoral de las comunicaciones».
