ROMA, viernes, 24 junio 2005 (ZENIT.org).- Las obras maestras del arte italiano son una prueba de la contribución que ha ofrecido y puede ofrecer el cristianismo a Europa, constató Benedicto XVI este viernes.
Por este motivo, en su discurso oficial al presidente Carlo Azeglio Ciampi, al visitarle en su residencia del Palacio del Quirinal, invitó a los italianos a no renegar de su herencia cristiana y a ayudar a Europa a redescubrirla.
«La cultura italiana es una cultura íntimamente impregnada de valores cristianos, como lo muestran las espléndidas obras maestras que la nación ha producido en todos los campos del pensamiento y del arte», reconoció el Papa.
El Santo Padre fue sincero al expresar su deseo de que «el pueblo italiano no sólo no reniegue de la herencia cristiana que forma parte de su historia, sino que la custodie celosamente y con ella siga produciendo frutos dignos de su pasado».
«En virtud de su historia y de su cultura, Italia puede ofrecer una contribución sumamente válida en particular a Europa, ayudando a que redescubra esas raíces cristianas que le han permitido ser grande en el pasado y que pueden seguir favoreciendo hoy la unidad profunda del continente», concluyó.
El debate sobre las raíces europeas estalló ante la negativa de la Convención Europea de mencionarlas en el «Preámbulo» del Tratado constitucional que posteriormente ha sido rechazado por Francia y Holanda en sendos referendos.
