El Papa se hace presente entre los 60.000 peregrinos a Loreto

Tradicional encuentro de oración organizado por Comunión y Liberación

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CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 13 junio 2005 (ZENIT.org).- Benedicto XVI ha saludado a las más de sesenta mil personas que durante toda la noche entre el sábado y el domingo peregrinaron desde la localidad italiana de Macerata hasta el santuario mariano de Loreto.

Esta edición ha recordado de manera particular a Juan Pablo II y a monseñor Luigi Giussani, fundador de Comunión y Liberación, cuyo funeral fue presidido en nombre de Juan Pablo II por el cardenal Joseph Ratzinger, el 24 de febrero de 2005.

En un telegrama enviado por el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado, el pontífice expresa «viva complacencia» por esta «importante manifestación» y espera que «suscite en los jóvenes una ferviente adhesión a Cristo», «nuevo empuje en el testimonio evangélico» y «generoso compromiso en el servicio eclesial».

El lema escogido para el encuentro, que desde hace 27 años organiza Comunión y Liberación, fue «Hemos venido para adorarle. ¡Oh Virgen, tú eres la seguridad de nuestra esperanza!».

Está tomado de la frase escogida por Juan Pablo II para la Jornada Mundial de la Juventud de Colonia y de la afirmación pronunciada por monseñor Giussani en el quincuagésimo aniversario de la fundación de Comunión y Liberación.

La homilía pronunciada por el cardenal Angelo Scola, patriarca de Venecia, en el Stadio Helvia Recina de Macerata, el sábado, concluyó con una oración en la que decía: «Somos hijos de nuestro tiempo. Una tentación nos asedia: vivir como vagabundos cómodos. Para vencerla, esta noche, nos convertimos en humildes peregrinos».

En la peregrinación se rezó entre otras cosas, «por todas las personas perseguidas a causa de la fe», por el final del terrorismo, por Tierra Santa.

La peregrinación estuvo acompañada por la «antorcha de la paz», que partió de Bari durante el Congreso Eucarístico Italiano y que viajará hasta Colonia para promover las Jornadas Mundiales de la Juventud. Seguirá el mismo recorrido seguido en 1164 por las reliquias de los Reyes Magos, transportadas de Italia a colonia por voluntad de Federico Barbarroja. Llegará a Colonia el 14 de agosto, con motivo de la XX Jornada Mundial de la Juventud.

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ZENIT Staff

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