«Vamos a pedir a Nuestra Señora que nos enseñe a ser amigos de la paz», dijo en su homilía el obispo Manuel Madureira Dias, quien agregó que esta peregrinación de los niños tenía la bendición de Juan Pablo II.
Por su parte, Serafim Ferreira e Silva, obispo de la diócesis de Fátima-Leiria, hizo un llamamiento para que los niños de hoy construyan «un futuro de paz» y sean más responsables que sus padres.
El jefe de la policía de Fátima informó que acudieron al santuario más de 300.000 personas.
«Primero llegan los niños en los autobuses y después vienen miles de padres a buscarlos en coches», explicó.