DODOMA (TANZANIA), 10 junio 2002 (ZENIT.org).- Las Hermanas Adoratrices de la Sangre de Cristo están realizando una «Aldea de la Esperanza» en el corazón de Tanzania destinada el tratamiento de los portadores del virus VIH y a la prevención de la enfermedad en la infancia, informa el portal de las comunidades religiosas en Roma < AHREF="http://www.vidimusdominum.org">VID .
Ser «VIH-positivo» es sinónimo de abandono, constatan las religiosas. Los niños que sufran esta situación tendrán un auténtico hogar en esta Aldea. Allí se atenderán sus necesidades nutricionales, médicas, psicológicas y educativas. La organización se prevé según la estructura familiar, en casas, con una madre adoptiva por cada 8 ó 9 niños.
El proyecto contempla igualmente la construcción de un dispensario y la creación de un laboratorio/observatorio como instrumento de investigación y de ayuda también para quienes vivan fuera de la Aldea.
La prevención es otro de los objetivos clave de esta iniciativa de las Adoratrices de la Sangre de Cristo; por ello, se procurará llegar a los niños que aún convivan con sus familiares para proporcionarles cuidados e información de la enfermedad.
La «Aldea de la Esperanza» — que se completará con una guardería y una escuela primaria – se construirá a 6 kilómetros de la ciudad de Dodoma y estará bajo la dirección de la comunidad religiosa.
Se cuenta con el terreno donde se iniciarán las obras; ahora la prioridad es conseguir los fondos para que sea una realidad.