EE. UU.: Aplausos a la prohibición de ejecutar a disminuidos psíquicos

Satisfacción del episcopado ante la decisión de la Corte Suprema

Share this Entry

WASHINGTON, 25 junio 2002 (ZENIT.org).- La reciente decisión de la Corte Suprema norteamericana de abolir la pena capital para los disminuidos mentales ha recibido el aplauso de los representantes autorizados de la Iglesia católica en Estados Unidos.

En representación de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, la hermana Mary Ann Walsh ha declarado ante los micrófonos de Radio Vaticano — que se trata de «un paso importante en la lucha contra la pena de muerte, de modo que los obispos están satisfechos con esta decisión».

«La Corte ha establecido que los criminales con discapacidades mentales son menos culpables que otros criminales. Era una cosa obvia», añade.

Aunque la decisión no repercutirá en general en la legalidad de la pena de muerte en Estados Unidos, obligará a los 20 Estados que aún permiten la ejecución de retrasados mentales a cambiar la normativa.

Se desconoce el número de detenidos en el corredor de la muerte que podría presentar retraso mental –aquellas personas con un cociente de inteligencia inferior a 70–. El capellán católico del corredor de la muerte de Florida, el padre Dale Rechenella, cree que podrían ser el 10% de los detenidos y afirma que la decisión de la Corte reconoce que las acusaciones de culpabilidad no son válidas.

«La culpabilidad es uno de los principales factores en oposición a la ejecución de los disminuidos psíquicos», aclara el padre Rechenella. «Lo veo con muchos hombres retrasados aquí, en el corredor de la muerte de Florida: son muy infantiles y se les utiliza mucho, o se les puede llevar fácilmente a confesar o declarar en falso para contentar a otros», constata.

«Este es un dato muy importante: los discapacitados mentales corren un riesgo elevadísimo de ser acusados injustamente», confirma el padre Rechenella.

El reciente dictamen deja a los Estados la posibilidad de decidir los niveles para determinar el retraso mental. En esta línea, la hermana Walsh subraya que el episcopado norteamericano continuará en sus esfuerzos para abolir absolutamente la pena de muerte del sistema legal del país, «considerando sobre todo la preocupación por los errores que se cometen».

«Hemos tenido criminales en el corredor de la muerte que eran inocentes», relata la religiosa. «El hecho de que se pueda llegar tan cerca de la ejecución de un inocente debería hacer reflexionar al país».

En nombre de los obispos de Estados Unidos, la hermana Mary Ann Walsh subraya: «La otra preocupación se refiere a cómo la pena capital nos denigra como sociedad. Como ha dicho el Santo Padre, no hay necesidad de la pena capital en esta era. Podemos mantener alejadas a las personas peligrosas para la sociedad sin matarlas».

Share this Entry

ZENIT Staff

Apoye a ZENIT

Si este artículo le ha gustado puede apoyar a ZENIT con una donación

@media only screen and (max-width: 600px) { .printfriendly { display: none !important; } }