LAHORE, 16 junio 2003 (ZENIT.org–Fides).- Cada uno de los 196 catequistas de la archidiócesis de Lahore –en el noroeste paquistaní– se ocupa actualmente de la atención pastoral de aproximadamente 20 comunidades rurales, acompañando el crecimiento y la catequización de entre 250 y 500 familias.
«Pakistán es un país en su mayoría musulmán, pero gracias al trabajo de los catequistas, los cristianos, aún siendo una exigua minoría, tienen una fe y una identidad cristiana muy sólida», explicó el padre Morris Nadeem, responsable de la Comisión Catequística de la archidiócesis de Lahore.
La archidiócesis de Lahore tiene más de medio millón de católicos distribuidos en 24 parroquias, 9 en la ciudad de Lahore y 15 en las zonas rurales. Cada parroquia «rural» se encarga de un número de pueblos que oscila entre 90 y 130. La archidiócesis cuenta con 22 sacerdotes y 12 religiosos. Cada parroquia tiene entre 7 y 20 catequistas.
Es un contexto en el que los catequistas «son brazos de apostolado muy importantes en la Iglesia. Son indispensables» porque «son fieles y valiosos colaboradores de los sacerdotes para reunir y mantener contactos con las familias y mantener viva su fe».
«Con frecuencia van de pueblo en pueblo en bicicleta», explicó el padre Nadeem describiendo la labor de estos catequistas. Todos son laicos casados. Sus esposas muchas veces les ayudan acompañándoles en las visitas a las familias y ayudando en la preparación de los niños a la Primera Comunión o en la preparación de celebraciones especiales, como Pascua o Navidad.
La evangelización es la primera tarea de los catequistas, quienes viven entre la gente y comprenden sus problemas y dificultades. Por ello son buenos intermediarios entre el clero y los fieles. «Su trabajo resulta eficaz porque están geográfica y espiritualmente cerca del pueblo de Dios», añadió el padre Nadeem.
«En Pakistán existen numerosos poblados y comunidades rurales de difícil acceso desde los centros urbanos, especialmente para los sacerdotes –continuó–. Por ello, la presencia de los catequistas es decisiva para renovar y profundizar la fe de los católicos y mantener viva la dimensión comunitaria».
Su formación es muy importante: por ello existe en Pakistán el «St. Albert Catechist Trainig Center», único instituto para la formación e instrucción de los catequistas.
El Centro –donde se imparte doctrina, liturgia, teología, moral católica y pastoral– está situado en Kushpur, una población con gran número de católicos en la diócesis de Faisalabad y admite a candidatos de todas las diócesis de Pakistán.