CIUDAD DEL VATICANO, jueves, 13 mayo 2004 (ZENIT.org).- El obispo de Velletri-Segni, monseñor Andrea Maria Erba, B., ha firmado el decreto de erección canónica en su diócesis del Instituto del Verbo Encarnado (IVE), fundado en 1984 en San Rafael (Mendoza-Argentina).
Por disposición de la Santa Sede la nueva familia religiosa, fundada por el padre Carlos Miguel Buela, trasladó su casa generalicia a esta diócesis italiana a mediados del año 2001, según informa la agencia católica argentina AICA.
En el decreto, que lleva fecha del 8 de mayo, fiesta de la Virgen de Luján, Patrona de la Argentina, monseñor Erba y su canciller monseñor Angelo Mancini, testifican que el Instituto «ha sido suscitado por el Espíritu Santo, habiendo dado buenos frutos, tanto por el incremento constante de vocaciones como por la seriedad de la vida consagrada y del empeño misionero».
El obispo italiano aclara que ha tomado esta decisión «con el apoyo constante del eminentísimo cardenal Angelo Sodano, secretario de Estado».
Con la aprobación, el Verbo Encarnado queda erigido como Instituto religioso de derecho diocesano en la diócesis de Velletri-Segni (canon 579 del Código de Derecho Canónico).
La Familia Religiosa, que tuvo sus comienzos en Argentina, el 25 de marzo de 1984, cuenta en la actualidad con tres ramas.
El Instituto del Verbo Encarnado (IVE), rama clerical, aunque también religiosos no clérigos llamados hermanos coadjutores. Cuenta también con miembros de vida contemplativa, tanto sacerdotes como hermanos coadjutores.
La segunda rama es el Instituto Servidoras del Señor y de la Virgen de Matará (SSVM), la rama femenina religiosa, compuesta por hermanas de vida apostólica o contemplativa.
Y por último está la Tercera Orden Secular, la rama laical o asociación de fieles laicos; con diversos niveles de pertenencia, desde el apostolado básico hasta la consagración laical bajo voto.
Actualmente ha enviado a 21 países de los cinco continentes, misioneros y misioneras consagrados a Dios según sea su vocación, religiosa o laical. Es particularmente significativa su presencia en zonas de la antigua Unión Soviética, como Rusia y Tayikistán, así como en Tierra Santa.
El nombre del «Verbo Encarnado» ha sido asumido en honor al Misterio de la Encarnación del Hijo de Dios –«el acontecimiento más grande de la historia»– como explica su espiritualidad. Su fin especifico es «inculturar el Evangelio, prolongando la Encarnación en todo hombre y en todas las manifestaciones del hombre».
Hace dos meses ya había tenido lugar la aprobación canónica diocesana de la rama femenina del Instituto del Verbo Encarnado.
Más información en http://www.ive.org
