Comisión ONU reconoce logros de la Santa Sede contra los abusos

El Comité de la Convención contra la tortura elogia ampliamente los esfuerzos y la buena fe de la Iglesia para prevenir casos y castigar a responsables de pedofilia

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El Comité de la Convención contra la Tortura (CAT) ha publicado un avance de sus observaciones finales en relación al Informe Inicial de la Santa Sede presentado el pasado 5 y 6 de mayo por la delegación vaticana. Se trata de procedimiento ordinario que siguen todos los Estados adheridos a esta Convención (155 en total), a la que la Santa Sede se unió en 2002 en nombre del Estado de la Ciudad del Vaticano.

La Convención contra la tortura en el artículo 16 condena los tratos crueles, humillantes e inhumanos y considera que los abusos sexuales son acciones de este tipo, por ello la delegacón de la Santa Sede indicó en su presentación los esfuerzos realizados para prevenir los abusos e indicó que en los diez últimos nueve años 848 sacerdotes fueron alejados del ministerio mientras  2.572 clérigos que cometieron abusos fueron sancionados y que hay 3.420 casos con denuncias ante la Congregación para la Doctrina de la Fe que están siendo investigados.

Las observaciones del comité ONU contemplan ampliamente los esfuerzos y la buena fe de la Santa Sede para prevenir los abusos sexuales y para compensar y facilitar el cuidado de las víctimas de abusos sexuales. El comité adenñas reconoce que la Santa Sede ha puesto en marcha reformas serias y sustanciales de sus procedimientos para permitir el desarrollo de los principios y objetivos de la CAT.

En el informe se destaca que el Comité no encuentra que la Santa Sede haya violado la CAT y se reconoce que la Santa Sede y las diócesis católicas y órdenes religiosas se han esforzado para prevenir el abuso sexual. El Comité aprecia el diálogo franco y constructivo con la delegación de la Santa Sede y observa que muchas diócesis católicas y órdenes religiosas han establecido acuerdos financieros con las víctimas de abusos sexuales.

Por último, en las conclusiones no se considera que los esfuerzos de la Iglesia para proteger a los no nacidos sean formas de tortura o tratos crueles, inhumanos o degradantes según la CAT, y que, por lo tanto, se salvaguarda también el derecho humano fundamental a la libertad de religión y de opinión y la protección y promoción de la vida humana.

A propósito de las conclusiones, monseñor Silvano Maria Tomasi, observador permanente en las oficinas de la ONU en Ginebra ha profundizado algunos aspectos en una entrevista en Radio Vaticana.

Las observaciones conclusivas -indica el prelado- destacan que en estos últimos años se ha hecho un gran trabajo no solo para aplicar los principio de la Convención contra la tortura, sino también para prevenir la cuestión de los abusos sexuales contra menores. «El Comité ha apreciado el diálogo constructivo que la delegación ha tenido con los expertos de esta Comisión y tiene una palabra de aprecio también por cuanto ha hecho y dicho el papa Francisco en defensa de los derechos humanos». Del mismo modo, monseñor Tomasi observa que este informe «a diferencia por ejemplo del de enero pasado sobre la Convención sobre los derechos de los niños, es un informe más profesional y más jurídico».

De este modo, el observador vaticano indica que hay un reconocimiento del gran trabajo hecho «que no se trata solo de deseos píos sino que se han tomado decisiones fuerte y esto la Comisión lo ha notado» como las sanciones a los sacerdotes que cometieron abusos.  Por otro lado, el monseñor Tomasi indica que «hay críticas que se refieren en aparte a estilos de proceder que son relegados al pasado, y peticiones de ulteriores informaciones que la Santa Sede tomará en seria consideración y a las cuales tratará de responder para el próximo encuentro». Al respecto especifica, «el hecho que de la Comisión pide que haya una total independencia por parte de aquellos que son responsables de investigar sobre acusaciones de pedofilia: es una observación que ciertamente será tomada e seria consideración».

Finalmente el prelado afirma que el camino de compromiso cada vez más fuerte contra los abusos «continúa siendo reforzado». Y añade que «hay una nueva cultura dentro de la Iglesia, también y no solo por parte de las autoridades, sino en el sentir común, de hacer todo lo posible para responder al daño que se ha hecho, para prevenir de forma que no se repita y dejar a nuestras espaldas este capítulo triste, que es el comportamiento de algunas personas unidas a la Iglesia, y apuntar hacia una renovación del servicio pastoral y de la evangelización, de forma que haya una fidelidad más clara al mensaje del Evangelio».

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Staff Reporter

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