EE. UU.: El gobernador de Maryland declara una moratoria a las ejecuciones

Hasta conocer un estudio sobre discriminación racial ante la pena de muerte

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ANNAPOLIS, 10 mayo 2002 (ZENIT.org).- El gobernador de Maryland, Parris Glendening, declaró este jueves la suspensión en este estado de todas las ejecuciones, hasta conocer los resultados de un estudio de dos años sobre las implicaciones raciales y legales de la pena de muerte que se realiza en el College Park de la Universidad de Maryland.

«Sigo creyendo que hay algunos crímenes que son tan brutales y tan viles que reclaman de la sociedad imponer el último castigo», dijo el gobernador al decretar la moratoria de la ejecución de Wesley Eugene Baker, condenado por asesinato, que debía morir por inyección letal la próxima semana.

«Sin embargo, interrogantes razonables se han suscitado en Maryland y en todo el país sobre la aplicación de la pena de muerte» añadió.

La vicegobernadora Kathleen Kennedy Townsend había pedido una moratoria la pasada semana, justo antes de anunciar su candidatura como gobernadora. La declaración de moratoria del gobernador Glendening es la segunda, a nivel de estado.

Se ha unido a la suspensión de las ejecuciones decretada por el gobernador de Illinois, George Ryan, tras la exoneración de 13 personas previamente sentenciadas a muerte.

El mes pasado se produjo la liberación del ex prisionero del corredor de la muerte Ray Krone, después que la prueba del ADN probara de manera concluyente que era inocente de todos los cargos en un asesinato en 1991 en Phoenix.

Krone, originario de Dover, Pennsylvania, está pidiendo mayores revisiones en la administración de la pena de muerte.

Al saber el anuncio del gobernador Glendening, Krone expresó su entusiasmo. «Alabo a Maryland por su previsión de revisar sus leyes sobre la pena de muerte dijo ayer Krone–. Espero que Pennsylvania se una a los estados que están revisando la pena de muerte y apruebe la necesaria legislación en este estado».

La pena de muerte en Pennsylvania está siendo examinada tras la absolución y puesta en libertad de Thomas Kimbell, Jr, por el jurado de un nuevo proceso el pasado viernes.

El jurado del Condado Lawrence expresó un veredicto de «no culpable» unánime tras oír la evidencia ocultada por el jurado que lo condenó y sentenció a muerte cuatro años antes. Kimbell es el cuarto prisionero del corredor de la muerte puesto en libertad en Pennsylvania desde que la legislatura reinstaló la pena de muerte en 1978.

Tres personas han sido ejecutadas en este estado bajo el actual estatuto.

William Nieves, de 36 años, de Filadelfia, fue absuelto y puesto en libertad en octubre de 2000 tras pasar siete años en el corredor de la muerte de Pennsylvania.

Desde su liberación, Nieves se ha dedicado a acabar con la pena de muerte. «Ha llegado el momento para Pennsylvania de empezar a ver el gran cuadro en torno a la errónea condena de individuos a la pena de muerte. Hemos visto a cuatro personas, yo entre ellas, que han sido puestas en libertad del corredor de la muerte de Pennsylvania. En al menos tres casos, era claramente evidente la mala práctica profesional de la fiscalía y la policía. Toda esta evidencia presenta un claro cuadro de que Pennsylvania necesita ejercer el mismo coraje que el estado de Maryland ha demostrado hoy y admitir que existe la posibilidad de ejecutar a gente inocente».

En los pasados 26 meses, ocho municipios de Pennsylvania han pedido al gobierno del estado que imponga una moratoria de las ejecuciones –Filadelfia, Pittsburg, Erie, Harrisburg, Gettysburg, York, Shippensburg y Rouseville–.

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ZENIT Staff

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