El arte, expresión de fe para celebrar la Inmaculada Concepción en el Vaticano

El cardenal Sodano inaugura la exposición «Una mujer vestida de sol»

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CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 14 febrero 2005 (ZENIT.org).- Más de cien obras de grandes artistas de los siglos XII al XIX expuestas en el Vaticano –entre ellas una imagen de la Virgen «fusilada» en la guerra civil española– permiten, desde el sábado pasado, celebrar y percibir espiritualmente el dogma de la Inmaculada Concepción 150 años después de su proclamación.

Dos festividades marianas, la Virgen de Lourdes (11 de febrero) y la Virgen de Fátima (13 de mayo) marcan la duración de la muestra «Una mujer vestida de sol. La Inmaculada Concepción en las obras de los grandes maestros», que inauguró el cardenal Angelo Sodano –secretario de Estado del Vaticano– en el Brazo de Carlo Magno, junto a la Plaza de San Pedro.

Leonardo, Tiépolo, Pinturicchio, El Greco, Murillo son sólo algunos de los artistas expuestos gracias a la iniciativa de la Pontificia Comisión para los Bienes Culturales de la Iglesia, de la que se han encargado Giovanni Morello, Roberto Fusco y Vincenzo Francia, producida por Artifex con la colaboración de Federico Motta Editor.

Estas obras han nacido «para expresar la fe y frente a las cuales los fieles oran; por lo tanto se trata de una riqueza no sólo artística, sino también espiritual, más aún, diría que es una riqueza espiritual ilustrada magníficamente en el plano artístico», comentó el obispo Mauro Piacenza, presidente de la citada Comisión Pontificia, según recoge «Radio Vaticana».

La exposición sigue un recorrido cronológico y temático en seis secciones –explicó Giovanni Morello, encargado de la muestra y miembro de la Comisión permanente para la Tutela de los monumentos históricos y artísticos de la Santa Sede–, entre ellas «La mujer del Apocalipsis», «La disputa sobre la Inmaculada» y una sección dedicada a la iconografía simbólica de una «Tota Pulchra».

En otra parte se recoge también la «que podríamos definir Pinacoteca en la que está el triunfo de la Inmaculada con autores como Murillo, Guercino, Luca Giordana, Pietro Novelli», aclaró.

Observando pinturas, grabados, ornamentación litúrgica, esculturas y lienzos de artistas europeos comprendidos entre los siglos XII y XIX, destaca la presencia española entre las 104 piezas.

Dos obras de Bartolomé Esteban Murillo, definido como el pintor de la Inmaculada, una de José de Ribera, otra de Giambattista Tiepolo, un estilizado Greco, una del conocido como «el Rafael español» Juan de Juanes, sumando objetos litúrgicos y documentos sobre la Inmaculada, reflejan cómo los artistas españoles definieron la imagen que conocemos hoy de esta advocación de la Virgen.

Según explicó Giovanni Morello, la imagen de la Inmaculada se comenzó a representar tomando la simbología de la Sagrada Escritura tanto en el canto del Génesis (Gn. 3,15) como el del Apocalipsis (Ap. 12). «Fueron los maestros españoles en el siglo XVI, con el apoyo de posteriores artistas italianos, los que dieron forma a una iconografía sobre la Inmaculada como hoy la conocemos. Una Virgen que mira al cielo vestida de blanco con el manto azul y con la luna a los pies», comentó, según cita «Veritas».

Rosario Guerrero, responsable de la aportación artística española, destacó la riqueza de las piezas procedentes de este país: «Se han quedado muchas obras en España que estaban seleccionadas para la muestra, un Rembrant del museo del Prado, algún otro Murillo, algunas piezas del museo Tissen, pero es de especial interés que una obra como La Inmaculada de Juan de Juanes, que pertenece a una parroquia pequeña, esté en esta exposición».

La parroquia de la Concepción de Castellón accedió a prescindir por este tiempo de su Inmaculada. «Es anecdótico el modo en que ha llegado hasta aquí –prosiguió–. El Vaticano la solicitó, y cuando el párroco le pidió permiso a los fieles de la parroquia, después de deliberar afirmaron: “La dejamos ir sólo porque se la llevan al Vaticano”».

La obra presenta signos de restauración en la zona de los ojos de la Virgen y cerca del pecho. «La obra de arte fue fusilada durante la guerra civil española siendo reparada posteriormente», apuntó Morello.

La muestra se ha procurado con ocasión de los 150 años de la proclamación del dogma de la Inmaculada, celebrado el año pasado. «El retraso es accidental. En realidad queríamos hacer coincidir la exposición, ya en el día de inauguración o en su clausura, con el 8 de diciembre –festividad de la Inmaculada–. Pero el lugar de la exposición, el Brazo de Carlo Magno, estaba reservado para otras exposiciones que no han podido realizarse finalmente. Así pues, hemos elegido la festividad de la Virgen de Lourdes, ya que en estas apariciones, Ella misma se proclamó la Inmaculada Concepción», puntualizó monseñor Piacenza.

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ZENIT Staff

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