El hombre debe ser «sujeto y protagonista del trabajo», pide el Papa

Al celebrar la solemnidad de San José

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CIUDAD DEL VATICANO, 19 marzo 2003 (ZENIT.org).- El ser humano debe ser «sujeto y protagonista» del trabajo, afirmó Juan Pablo II este miércoles, manifestando su cercanía a los desempleados y a quienes sufren injusticias en el mundo laboral.

El Santo Padre recordó la «espiritualidad del trabajo» al encontrarse con 10.000 peregrinos en la sala de las Audiencias generales del vaticano en el día en el que la Iglesia celebraba la solemnidad de san José, esposo de María.

El recuerdo del «patrono de los trabajadores» ofreció al pontífice la oportunidad de reflexionar sobre uno de los temas que siempre han acaparado su atención: el sentido del trabajo, al que dedicó una de sus primeras encíclicas, la «Laborem exercens», firmada el 14 de septiembre de 1981.

«El hombre es sujeto y protagonista del trabajo y, a la luz de esta verdad, se puede comprender el nexo fundamental que existe entre persona, trabajo y sociedad», afirmó el pontífice.

Citando la constitución «Gaudium et spes» del Concilio Vaticano II explicó que la actividad humana y con ella el trabajo «deriva del hombre y está ordenada al hombre».

«Según el designio y la voluntad de Dios, debe servir al verdadero bien de la humanidad y permitir al hombre, como individuo y como miembro de la sociedad, cultivar y realizar íntegramente su plena vocación», insistió.

Para llevar a cumplimiento esta tarea, el Papa propuso «cultivar una comprobada espiritualidad del trabajo humano anclada en sólidas raíces, en el «Evangelio del trabajo»» y pidió al mismo tiempo a los creyentes «proclamar y testimoniar el significado cristiano del trabajo en sus diferentes ocupaciones».

Por último, el Papa encomendó a la intercesión de san José a «los jóvenes que se preparan a su futura profesión, a los desempleados y a quienes sufren los problemas de las restricciones del empleo, a las familias y a todo el mundo del trabajo con las expectativas y los desafíos, los problemas y las perspectivas que lo caracterizan».

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ZENIT Staff

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