El mapa de la persecución religiosa en el mundo (II)

Entrevista con el periodista Andrea Morigi

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ROMA, viernes, 20 julio 2007 (ZENIT.org).- El periodista Andrea Morigi, coordinador desde 1998 del «Informe sobre la libertad religiosa en el mundo» de «Ayuda a la Iglesia Necesitada», prosigue, en la segunda parte de esta entrevista concedida a Zenit, trazando el mapa actualizado de la situación global de este derecho humano.

Y es que la edición anual de tal Informe, respecto a 2007, no se publicará por falta de recursos económicos. Pero sus autores han desarrollado igualmente este análisis.

La primera parte de esta entrevista se puede leer en Zenit, 19 julio 2007.

–Existen duras leyes «anti-conversión» también en países como la India, Bhután y Nepal, ¿no es así?

–Andrea Morigi: Los Estados indios que golpean la conversión de los individuos desde el hinduismo son Rajasthan, Gujarat, Madhya Pradesh y Chattisgarh, todos gobernados por los hinduistas del Bharatiya Janata Party (BJP), que en cambio está en la oposición en Himachal Pradesh, el último Estado que ha introducido la ley anti-conversión, en enero de 2007, a propuesta del Partido del Congreso. Por lo tanto parece que el laicismo de los herederos de Indira Gandhi y el fundamentalismo hindú coinciden en el objetivo de negar la libertad a las minorías.

Cuando se trata de territorios fuera de su jurisdicción, sin embargo los indios intervienen, como en Bhután, donde la religión de Estado es el budismo mahayana. Así, Nueva Delhi ejerció presión, hace un año, por la liberación de dos cristianos pentecostales, Benjamin Budhu Mani Dungana y John Purna Bahadur Tamang, acusados de proselitismo, arrestados en enero de 2006 y condenados –respectivamente– a tres años y tres años y medio de cárcel porque fueron considerados culpables de haber mostrado en una casa de bhutaneses budistas una película sobre la vida de Jesús.

Parece una broma, pero se considera un delito grave en un país donde la entrada de cristianos está prohibida desde 1965; los cristianos no pueden construir iglesias ni reunirse. Pero es cierto que la India no se molesta por Nepal, que durante 238 años, hasta el año 2006, ha sido una teocracia hindú. Además el rey Gyanendra ha sido depuesto y han ascendido al poder los maoístas. Cosa que, naturalmente, no mejora gran cosa la situación, porque los nuevos gobernantes han concedido diez escaños en el Parlamento a los dalit, representantes tribales, mujeres, un monje budista y un representante islámico, pero los cristianos han sido excluidos, a pesar de que prestaron un precioso socorro a la población durante los largos años de la guerra entre terroristas maoístas y el ejército.

–En América Latina parece muy grave la situación en Cuba y Venezuela. ¿Qué puede decir al respecto?

–Andrea Morigi: Sólo que la alianza entre Hugo Chávez y Fidel Castro pasa por los acuerdos nuclear-petrolíferos entre Caracas y Teherán. Y que en los tres países los opositores, cristianos o no, son sacrificados en el altar de una revolución que parece tener como objetivo principal el de hacer desaparecer el cristianismo de la faz de la Tierra.

–China, que acogerá el año que viene las Olimpiadas y que crece impetuosamente, esconde en realidad violaciones muy graves de la liberad religiosa, así como violaciones de otros muchos derechos humanos. ¿Nos puede apuntar algo al respecto?

–Andrea Morigi: La primera reacción, instintiva, es la comparación con las dictaduras y los totalitarismos del siglo pasado. Hasta la caída del muro de Berlín, los regímenes autoritarios eran golpeados con sanciones, boicoteos, de los que ahora no queda ni sombra. La barbarie comunista parece gozar de una inmunidad de las condenas. Junto a esta amarga constatación, sin embargo, existe la certeza de que el sufrimiento de los creyentes chinos no es estéril a los ojos de Dios. Los 16 obispos fieles a la Santa Sede que actualmente están desaparecidos o encarcelados, junto a los 20 sacerdotes hoy detenidos representan un desafío político para el Partido comunista que ve el fracaso del intento –emprendido en 1957– de suprimir la Iglesia con la creación de la Iglesia Patriótica China, fiel al régimen.

Lo demuestra el auténtico «sacro terror» que las autoridades de Pekín tienen a la oración, contra la que ya no saben qué estrategia adoptar, más que inútiles prohibiciones. Por ello, el 16 de julio, los 40 mil o 50 mil fieles de Henan que se reúnen desde hace décadas para acudir en peregrinación al santuario de la Virgen del Carmen de Tianjiajing, no pudieron hacerlo porque el gobierno de la provincia de Henan ha ordenado la destrucción de lugar de culto con explosivos. Han hecho saltar por los aires también una imagen de la Virgen de más de un siglo de antigüedad, y las 14 estaciones del Vía Crucis que constelan el camino. Que la caída del comunismo se deba a la Virgen de Fátima, por lo tanto, lo entienden bien hasta los ateos más militantes y agresivos, aquellos que amenazan a los sacerdotes para convencerles de que desistan de la peregrinación, pero no pueden hacer otra cosa más que proclamarse impotentes.

–El relativismo moral que domina en los países occidentales parece querer trastornar también la lógica que subyace en los derechos humanos. Así sucede que en los Estados Unidos un padre no se puede oponer a la enseñanza obligatoria que hace a los niños aceptar y suscribir la homosexualidad. En este caso la religión católica ha sido acusada de ser intolerante y la libertad religiosa de esos padres y de sus hijos ha sido limitada. ¿Cómo puede pasar esto?

–Andrea Morigi: Sucede porque en los Estados Unidos la distinción entre la esfera religiosa y la civil se ha transformado en una contradicción que alimenta una idea intimista de la libertad religiosa. Hay quien sostiene que la fe es un factor de civilización y lucha contra estas interpretaciones, pero debe sufrir la acusación de fundamentalismo y fanatismo. En consecuencia, también en el resto de Occidente la separación tiende a convertirse en invasión, como en España, donde el pasado junio se han introducido la asignatura de «Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos» que desde el próximo curso impondrá a los estudiantes, como materia curricular, la educación en la aceptación de diferentes tipos de familia y de afectividades, incluidas las homosexuales. Curiosamente, al mismo tiempo, también el gobierno totalitario de Cuba está pensando en reformar el Código de Familia para conceder a las parejas gay el reconocimiento jurídico de su convivencia, la adopción de menores y el acceso a la fecundación asistida. Así, la convergencia en la lucha contra los principios morales parece ser el único denominador común que une a los países democráticos o no.

–Al menos, aunque el Informe –de «Ayuda a la Iglesia Necesitada»- sobre la libertad religiosa en el mundo este año se vea obligado a «saltarse» una edición, hemos ofrecido una síntesis del mismo. ¿Hay esperanzas de que vuelva a publicarse?

–Andrea Morigi: En realidad, una síntesis no basta para aportar un cuadro global de la amenaza que impide la misión de la Iglesia. Pero existen sin duda las premisas para recomenzar, tras la parada de un año, tal vez renovando incluso el método de investigación e impulsando de nuevo la profundización de los análisis. Pero las esperanzas están ligadas a los hombres de buena voluntad, que no querrán dejar solos, ante sus verdugos, a los cristianos y a los fieles de otras religiones que diariamente testimonian de manera heroica su valentía de creer. Recuerdo que, además de la versión italiana, el Informe de AIN ha conocido diversas traducciones y hasta ahora ha sido el único ejemplo de denuncia de las violaciones de la libertad religiosa producido por un organismo independiente.

Ciertamente a lo
s gobiernos no les gusta verse bajo acusación, y el resultado es que ponen todo obstáculo, incluida la indiferencia, a las obras de misericordia espiritual como ésta. Pero quienes quieran dar una señal distinta pueden dirigirse a «Ayuda a la Iglesia Necesitada», Obra de derecho pontificio que desarrolla su propia actividad desde 1947 a favor de la evangelización en los países donde la Iglesia está perseguida. Pero cuando en la opinión pública falta la conciencia de la necesidad en que se encuentran los propios hermanos, también la solidaridad disminuye. Por ello, quien considere que la oración es el medio más importante, pero que hace falta también sacrificar un poco del propio tiempo y recursos, puede visitar la web de AIN (en italiano) www.acs-italia.glauco.it; enviar una carta a Piazza San Calisto, 16, 00153 Roma; llamar al teléfono +39.06.69893911, o enviar un correo electrónico a acs@acs-italia.org.

[Página oficial plurilingüe de AIN: www.kirche-in-not.org].

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ZENIT Staff

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