El turismo puede ser eficaz en la lucha contra la pobreza, según el Papa

Mensaje para la Jornada Mundial del Turismo 2003

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CIUDAD DEL VATICANO, 26 junio 2003 (ZENIT.org).- El turismo puede convertirse en un instrumento eficaz para combatir la pobreza, afirma Juan Pablo II en el mensaje que ha escrito para la Jornada Mundial del Turismo, que se celebrará el 27 de septiembre.

Comentando el lema de la Jornada 2003 –«El turismo: elemento propulsor de lucha contra la pobreza, para la creación de empleo y para la armonía social»– el Santo Padre reconoce que «El drama de la pobreza es uno de los mayores desafíos actuales».

Y sin embargo, constata, «se va agrandando la brecha entre las diversas áreas del mundo, a pesar de disponer de medios necesarios para poner remedio, habiendo alcanzado la humanidad un desarrollo científico y tecnológico extraordinario».

«No es posible permanecer indiferentes e inertes ante la pobreza y el subdesarrollo –denuncia el Papa–. No se puede encerrar uno en sus propios intereses egoístas, abandonando a innumerables hermanos y hermanas en la miseria, y, lo que es aún más grave, dejando que muchos de ellos vayan al encuentro de una muerte inexorable».

«La actividad turística puede llevar a cabo un papel relevante en la lucha contra la pobreza, tanto desde el punto de vista económico, como social y cultural», considera el obispo de Roma.

«Al viajar se conocen lugares y situaciones diversas, y se cae en la cuenta de lo grande que es la brecha entre países ricos y países pobres –añade–. Además, se pueden valorar mejor los recursos y las actividades locales, favoreciendo la participación de las zonas más pobres de la población».

«Hay que esforzarse para que el bienestar de pocos privilegiados no se alcance en detrimento de la calidad de vida de muchos otros», exige.

El pontífice concluye su mensaje pidiendo que «la actividad turística sea cada vez más un instrumento eficaz para la reducción de la pobreza, para la promoción del crecimiento personal y social de los individuos y de los pueblos, para la consolidación de la participación y de la cooperación entre las naciones, las culturas y las religiones».

El jueves pasado , según informa el Vatican Information Service , los arzobispos Stephen Fumio Hamao, Agostino Marchetto, respectivamente presidente y secretario del Consejo Pontificio para la Pastoral de los Emigrantes e Itinerantes, presentaron el mensaje en la Oficina de Prensa de la Santa
Sede.

El arzobispo Fumio señaló que «a pesar de las grandes cifras en las que se traduce la realidad del turismo –por ejemplo, el año pasado hubo unos 715 millones de viajes internacionales sólo por este motivo– hay que tener siempre presente que una considerable parte de la humanidad encuentra graves limitaciones para disfrutar del tiempo libre».

Por su parte, el arzobispo Marchetto se refirió al deber de «promover una ética del turismo»: «Esta es una condición indispensable si queremos que el turismo ponga todas sus energías al servicio de la lucha contra la pobreza, promueva la creación de posibilidades de trabajo dignas y suscite la armonía social entre las personas y los pueblos. Todos estos elementos son considerados muy importantes por la doctrina social de la Iglesia».

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ZENIT Staff

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