CIUDAD DEL VATICANO, martes, 23 enero 2007 (ZENIT.org).- La Santa Sede espera que se evite un cisma en la Comunión Anglicana y espera ver la evolución de sus debates internos con la esperanza de poder seguir avanzando en el camino hacia la unidad.
Así lo constató este martes el cardenal Walter Kasper, presidente del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos, en un encuentro con los periodistas en la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
Algunos arzobispos de la Comunión anglicana se niegan a reconocer a la doctora Katharine Jefferts Schori, obispo presidente de la Iglesia Episcopal en los Estados Unidos, rama del anglicanismo en ese país.
Esa misma rama que provocó una crisis en la Comunión Anglicana cuando en 2003 escogió como obispo al reverendo Gene Robinson de la diócesis de New Hampshire, de la Iglesia Episcopal. Robinson fue el primer obispo ordenado, que se declara homosexual con pareja.
Una periodista preguntó si el Vaticano sigue de cerca a los episcopalianos que en Estados Unidos protestan contra estas decisiones de su Iglesia.
El cardenal Kasper respondió que el Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos mantiene relaciones con la Comunión Anglicana en su conjunto, no con sus diferentes provincias. La Iglesia Episcopaliana no es un socio directo del Consejo vaticano; el socio de referencia es la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos.
«Hemos discutido este problema durante la visita del doctor Rowan Williams», arzobispo de Canterbury y primado de la Comunión Anglicana.
«Le hemos dicho que queremos continuar con el diálogo, no queremos interrumpirlo. Pero ahora tenemos que ver cómo se desarrolla la Comunión anglicana».
En 2008, recordó, tendrá lugar la Conferencia de Lambeth. Será un momento decisivo.
