CIUDAD DEL VATICANO, viernes, 29 octubre 2004 (ZENIT.org).- Juan Pablo II constató este viernes la necesidad de santos que se comprometan en la vida social al encontrarse con la asamblea plenaria del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz.
«Es la hora de una nueva estación de santidad social, de santos que manifiesten al mundo y en el mundo la perenne e inagotable fecundidad del Evangelio», afirmó en el discurso que dirigió en italiano.
Escuchaban al Papa, además de los miembros de este Consejo vaticano, presidido por el cardenal Renato R. Martino, los 300 participantes en el Primer Congreso Mundial de los Organismos Eclesiales que trabajan por la justicia y la paz, procedentes de 92 países.
El pontífice recordó que el lunes pasado se publicó el «Compendio de la doctrina social de la Iglesia», «un instrumento capaz de ayudar a los cristianos en su compromiso cotidiano por hacer más justo el mundo, en la perspectiva evangélica de un auténtico humanismo solidario».
«La doctrina social forma parte esencial del mensaje cristiano y debe ser mejor conocida, difundida integralmente y testimoniada con una acción pastoral constante y coherente», subrayó.
«En una época como la nuestra marcada por la globalización de la cuestión social –añadió–, la Iglesia invita a todos a reconocer y afirmar la centralidad del ser humano en todos los ámbitos y en todas las manifestaciones de carácter social».
«La doctrina social de la Iglesia os interpela sobre todo a vosotros, cristianos laicos, a vivir en la sociedad como un testimonio de Cristo salvador y os abre horizontes de caridad», afirmó el Papa.
«Esta es la hora de la caridad, incluida la caridad social y política, capaz de iluminar con la gracia del Evangelio las realidades humanas del trabajo, de la economía, de la política, construyendo los caminos de la paz, de la justicia y de la amistad entre los pueblos», concluyó.
