CIUDAD DEL VATICANO, lunes, 21 mayo 2007 (ZENIT.org).- Importantes progresos y expectativas de avances en las negociaciones para implementar el Acuerdo Fundamental de 1993: es el resultado de la reunión plenaria que ha celebrado este lunes, en el Vaticano, tras cinco años de pausa, la Comisión Bilateral Permanente de Trabajo integrada por representantes de la Santa Sede y del Estado de Israel.
Propósito de la reunión, recuerda el comunicado conjunto final –difundido, en inglés, por la Sala de Prensa vaticana-, ha sido continuar con las negociaciones conforme al artículo 10.2 del Acuerdo Fundamental entre la Santa Sede y el Estado de Israel firmado el 30 de diciembre de 1993.
«Las conversaciones han tenido lugar en una atmósfera de gran cordialidad, comprensión mutua y buena voluntad, y han producido un importante progreso y la expectativa de ulteriores avances en los próximos meses», confirma la Comisión Bilateral.
Anuncia además que la próxima reunión plenaria se celebrará esta vez en Israel, en la primera quincena del próximo mes de diciembre. Entretanto, proseguirá con sus funciones a «nivel de trabajo» (presidente de la Comisión a «nivel de trabajo» es el arzobispo Antonio Franco –nuncio apostólico en Israel).
El comunicado conjunto está fechado en el Vaticano el 21 de mayo de 2007 / 4 Sivan 5767 (según el calendario hebreo moderno).
Subsecretario para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado, monseñor Pietro Parolin ha encabezado la delegación de la Santa Sede.
Por su parte, la delegación del Estado de Israel ha estado dirigida por Aaron Abramovich, director general del Ministerio de Asuntos Exteriores.
La reunión plenaria de la Comisión Bilateral Permanente de Trabajo entre la Santa Sede y el Estado de Israel estaba prevista para el pasado 29 de marzo, pero tres días antes «la delegación israelí comunicó la imposibilidad de participar en la reunión a causa de la condiciones políticas internacionales», comunicó entonces la Sala de Prensa vaticana.
El último encuentro de los negociadores a este nivel se había celebrado cinco años atrás. Desde entonces las negociaciones avanzaron esporádicamente a «nivel de trabajo».
Las conversaciones buscan alcanzar un acuerdo sobre las cuestiones de propiedad e impuestos que están pendientes para que la Iglesia pueda contar con la seguridad jurídica y fiscal que le permita realizar su labor.
Cuando la Santa Sede estableció relaciones diplomáticas con el Estado de Israel en 1993, Juan Pablo II optó por proponer un Acuerdo Fundamental y negociar más tarde estas cuestiones en detalle para demostrar su confianza en las autoridades israelíes.
El encuentro de este lunes es, pues, un paso más en este sentido.
El artículo 10 del Acuerdo Fundamental (de 1993), en su apartado 1, recoge la afirmación del derecho de la Iglesia católica a la propiedad. El apartado 10.2, centro de la reunión de la mañana de este lunes, apunta que «la Santa Sede y el Estado de Israel negociarán de buena fe un acuerdo global que comprenda soluciones aceptables a ambas partes, sobre aquellos puntos sin aclarar, sin establecer o en discusión, relativos a cuestiones de propiedad, económicas y fiscales referentes a la Iglesia católica en general, o a comunidades o instituciones católicas en particular».
A este propósito –prosigue el texto normativo- la Comisión Bilateral Permanente de Trabajo puede nombrar una o más subcomisiones bilaterales de expertos para estudiar las cuestiones citadas y apuntar soluciones.
En la reunión de este lunes de la Comisión Bilateral Permanente de Trabajo, por parte de la Santa Sede ha participado como asesor legal el padre David-Maria A. Jaeger, OFM. Días antes de esta cita, el sacerdote franciscano la definió de por sí como «un hecho positivo», en declaraciones al servicio informativo «Sir» del episcopado italiano.
«Las conversaciones se orientan a un acuerdo muy específico que es necesario alcanzar porque forma parte de un compromiso elevado a Acuerdo en 1993»; no existe nada pre-elaborado, sino que se trata de una «verdadera reunión de negociación donde las partes expresan sus posiciones y buscan un pacto», explicó.
Anticipó igualmente que «estas negociaciones requieren tiempo: se trata de escribir textos jurídicos de carácter legislativo, lo que requiere una enorme cantidad de tiempo y una mole de trabajo».
Para el padre Jaeger, según publicó «Sir» el viernes, «lo que este proceso de negociación y sus resultados determinan es la calidad de la relación entre la Iglesia católica y el Estado de Israel».
