La desconcertante relación de los magnates de los medios con la religión

Los premios cinematográficos no oscurecen el interés popular

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VENECIA, sábado, 2 octubre 2004 (ZENIT.org).- El festival de cine de Venecia proporcionó un ejemplo clásico de la hostilidad de los medios a la religión y a los valores morales.

El León de Oro a la mejor película fue para «Vera Drake», una película británica que alaba el aborto. La protagonista de la película, Imelda Staunton, ganó el premio a la mejor actriz. Una película española a favor de la eutanasia, «Mar Adentro», ganó el segundo premio como mejor película, mientras que su protagonista, Javier Bardem, ganaba el premio al mejor actor.

«Vera Drake» retrata «a una ama de casa aparentemente ordinaria que realiza abortos secretos» en los años cincuenta antes de que esta práctica se legalizara, indicaba el Times de Londres el 13 de septiembre. La película se hizo gracias a una subvención de 1,25 millones de libras (2,2 millones de dólares) del Consejo Cinematográfico del Reino Unido. Hace dos años, el consejo financió «Las Hermanas de la Magdalena», que también ganó el León de Oro.

En una entrevista publicada el 13 de septiembre por el periódico español El Mundo, el director de «Vera Drake», Mike Leigh, declaraba que le parecía ridículo que algunos países todavía prohibieran el aborto. Leigh parecía considerar el aborto como un instrumento útil para controlar el crecimiento de la población, comentando que el planeta no se hace más grande, pero la población no deja de aumentar.

El director confesó que en un primer momento consideró la posibilidad de introducir en la película el punto de vista de la Iglesia católica sobre el aborto, pero finalmente pensó que ira irrelevante en el discurrir de la historia central.

La ganadora del segundo premio, «Mar Adentro», cuenta la historia de Ramón Sampedro, que quedó paralítico del cuello para abajo a la edad de 25 años. Sampedro se suicidó en 1998. El padre Luis de Moya, un cuadrapléjico que conoció a Sampedro, afirmó en una entrevista a Zenit que «en mi opinión parece muy claro que se utiliza su triste historia en un intento de trivializar la eutanasia y de ese modo preparar el terreno para su próxima legalización».

De hecho, el periódico británico Observer indicaba el 12 de septiembre que la noche del estreno de «Mar Adentro» contó con la mayoría del gabinete español, junto con el Presidente José Luis Rodríguez Zapatero.

Según el Observer, algunos miembros del Partido Socialista en el poder están impulsando que el gobierno cree un comité parlamentario para estudiar la legalización de la eutanasia. «La película nos invita a reflexionar», añadió el ministro de justicia, Juan Fernando López Aguilar, que negó que hubiera planes inmediatos para cambiar la ley.

Zapatero, según el periódico británico, comentó: «La película, paradójicamente, es un himno a la vida… la defensa de la libertad para morir es, en sí misma, un himno a la vida».

Entradas familiares a la venta
Pero mientras las élites mediáticas conceden premios, las taquillas cuentan otra historia. Un análisis de los ingresos de taquilla de 250 películas realizadas en Estados Unidos el año pasado muestra que las audiencias prefieren claramente películas que defiendan los valores morales, informaba el 25 de marzo el Washington Times.

Un informe preparado por la Christian Film & Television Commission (CFTVC) descubrió que las películas que ponen de relieve un «contenido de fuerte moralidad» consiguen una media de 92,5 millones de dólares –seis veces más ingresos que aquellas con un «contenido inmoral y negativo». Ted Baehr, presidente de la CFTVC con sede en California, afirmaba: «Las películas clasificadas como G y PG ganan constantemente dos o tres veces más dinero de media que las películas clasificadas como R».

Y parece que las películas familiares han encontrado un importante apoyo financiero: Philip Anschutz, cofundador de Qwest Communications International Inc., hizo una fortuna de 5.000 millones de dólares con el petróleo, los ferrocarriles y las telecomunicaciones. En los últimos años, ha financiado cerca de doce proyectos en Hollywood, diseñados todos con un sentido familiar, según un reportaje del 22 de abril del Wall Street Journal.

Anschutz ha invertido ya más de 300 millones de dólares en proyectos de películas, y no muestra signos de parar, afirmaba el Journal. Sus películas han tenido éxitos diferentes, pero espera que una asociación con Disney desarrolle los libros de Narnia de C. S. Lewis en una serie de películas.

Una iniciativa reciente para promover programas sanos para la televisión es el Family Friendly Programming Forum. La organización se ha creado con dinero de algunas de las principales compañías que se sienten frustradas por la falta de programas clasificados como G, que mostrar en sus cadenas comerciales, informó el 28 de junio el Washington Times. El forum ha dado dinero para ayudar a desarrollar siete programas televisivos que sigan este punto de vista.

Aumento de cobertura
En el área de noticias, ha aumentado la cobertura televisiva de la religión en Estados Unidos, informaba el 5 de abril Associated Press. Los nuevos programas de la tarde de las tres cadenas más importantes –ABC, CBS y NBC- desarrollaron 303 historias relacionadas con la religión durante los 12 meses que terminaron el 1 de marzo, en comparación con las 121 del año 1993, según un estudio del Media Research Center.

La cobertura también aumentó en los programas de noticias de la mañana con 331 el año pasado, en comparación con los 197 de 1993. Gran parte del aumento se debe a la película de Mel Gibson, «La Pasión de Cristo», y al 25º aniversario del Pontificado de Juan Pablo II. Asimismo, ha aumentado el interés por el Islam tras los ataques terroristas.

Sin embargo, un hecho notable es que ninguna de las tres cadenas principales emplea a ningún corresponsal a tiempo completo para la religión. Y una desventaja de la creciente cobertura, observa el Media Research Center, es que las cadenas suelen ser hostiles a las fes ortodoxas y confían sobre todos en eruditos religiosos liberales para sus comentarios.

La radio también ha formado parte del renacimiento de la religión en los medios. De las 13.898 estaciones de radio de Estados Unidos, no menos de 1.965 tienen un formato cristiano, informó el 18 de julio el Denver Post. Una cifra que está por encima de las 1.566 de hace una década, y de las sólo 399 de hace tres décadas.

«La música es el envase para el mensaje», afirmaba al Denver Post Jim Marshall, de la National Christian Radio Association. «La música es el lenguaje de la cultura… Estamos descubriendo lo que Jesús sabía en el siglo primero. La forma en que se comunicaba era en historias cortas. Es lo que estas canciones hacen».

El artículo también observaba que la música cristiana tiene cada vez más éxito. En el 2003, vendió 47,1 millones de álbumes- más que las grabaciones de bandas sonoras, latinas, jazz y clásicas.

Adelante, vendedores cristianos
Juegos, libros y cómics son otros sectores con creciente presencia cristiana, observaba el Business Week en un artículo de 27 de julio colgado en su página web. El artículo citaba «fuentes internas» que estimaban que la industria cristiana del juego logró 100 millones de dólares al año en ventas. Esto es menos del 1% del mercado de los vídeo juegos, pero está en crecimiento.

Las ventas de tableros y juegos de mesa cristianos también parecen estar subiendo, según el Business Week.

Tras este éxito hay un creciente interés en la religión entre la juventud de hoy. «Están más implicados con su iglesia», afirma Cynthia Engelke, responsable de investigación y tendencias en la firma consultora de marketing de Nueva York, Youth Intelligence.

En palabras del columnista del Financial Times, Richard Tomkins, e
l pasado 30 de julio, los jóvenes norteamericanos están pasándose cada vez más de la Coca Cola a Cristo. «Es simple, el cristianismo está vivo», escribía Tomkins. «O es la forma en que se está vendiendo: como una alternativa más excitante y llena de significado a la corriente cultural del mundo de conformidad embotada, vaciedad, materialismo y marcas».

Mucho de esta tendencia se limita hasta ahora a Estados Unidos. Incluso así, sigue habiendo gran cantidad de contenidos anticristianos, como cualquier padre responsable puede testificar. Sin embargo, mientras las élites mediáticas siguen recompensando a las películas que apalean la moral, parece que están cada vez más fuera de sintonía con las generaciones más jóvenes.

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ZENIT Staff

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