Las autoridades indias retiran la orden de expulsión contra un misionero católico

Según las investigaciones en el Estado de Jammu y Cachemira, la medida era injustificada

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NUEVA DELHI, martes, 20 julio 2004 (ZENIT.org).- El gobierno del Estado indio de Jammu y Cachemira ha retirado la orden de expulsión del pasado abril contra el padre Jim Borst, un misionero católico holandés de la Congregación de Mill Hill que ha dedicado 40 años de su vida al servicio de los pobres y de la educación.

Muy popular en el Estado indio –el único de mayoría islámica en el país–, el padre Borst trabajó en Jammu y Cachemira de 1963 a 1975; entonces se trasladó al Estado de Bihar donde permaneció hasta 1993, fecha en que regresó a Jammu y Cachemira.

El misionero (formado en las universidades de Oxford y Cambridge), actualmente es presidente de dos escuelas católicas en Srinagar, muy apreciadas por la gente por su calidad.

Incluso hace pocos meses el primer ministro del Estado, Mohammed Sayyed, alabó públicamente la elevada calidad de la educación impartida en las escuelas católicas y en los institutos gestionados por los misioneros, por la capacidad de «curar las heridas entre la población», proporcionando «la mejor educación posible a personas de todas las clases sociales y religiones», y elogió en particular el servicio prestado a los pobres, huérfanos y marginados en Cachemira, en la India y en todo el mundo.

Al padre Borst se le había denegado la prórroga del visado, caducado en noviembre del año pasado. Las autoridades le comunicaron que debía abandonar el país sobre la base de algunas denuncias de grupos extremistas musulmanes, que acusan a escuelas e institutos católicos de llevar adelante una campaña de conversiones «enmascarada» con el servicio educativo.

Sin embargo, tras la investigación realizada por las autoridades competentes, se ha concluido que las acusaciones carecen por completo de fundamento, confirmó «Fides» el lunes pasado. El sacerdote podrá quedarse en el Estado continuando con su servicio pastoral y de enseñanza.

Después de las protestas lanzadas por la comunidad católica y todos los que aprecian al padre Borst como educador y pastor (Cf. Zenit, 6 de mayo de 2004), el gobierno del Estado de Jammu y Cachemira decidió prorrogar la estancia del misionero.

La noticia ha generado satisfacción y alivio entre los fieles católicos de la región, y especialmente en las dos escuelas que habrían tenido que verse privadas del misionero, conocido como un hombre comprometido por la paz y la educación.

Los misioneros de Mill Hill han sido pioneros en el terreno de la educación en Cachemira, donde la comunidad católica está formada por poco más de 12 mil fieles, 41 sacerdotes, 160 religiosas y 20 catequistas distribuidos entre 12 millones de musulmanes (el 70% de la población), hindúes, sijs y budistas.

La diócesis de Jammu-Srinagar, segunda en extensión en la India, comprende tres regiones: el valle de Cachemira –donde prevalecen los musulmanes–, Ladakh –provincia de mayoría budista– y Jammu, donde musulmanes e hindúes están en proporciones semejantes.

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ZENIT Staff

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