MADRID, viernes, 22 octubre 2004 (ZENIT.org).- Desde el episcopado de España se ha reclamado este viernes la mejora ética de los contenidos de televisión del país, en especial en lo que se refiere a infancia y juventud.
De ello se hizo portavoz el obispo de Sigüenza-Guadalajara, monseñor José Sánchez González, durante la entrega en Madrid de los «Premios ¡Bravo!» 2004 de la Comisión Episcopal de Medios de Comunicación Social (CEMCS) –que el prelado preside— a profesionales de la comunicación (Cf. Zenit, 23 de junio de 2004).
Los galardones reconocen «por parte de la Iglesia la labor meritoria de todos aquellos profesionales de la comunicación en los diversos medios que se hayan distinguido por el servicio a la dignidad del hombre, los derechos humanos y los valores evangélicos».
«En definitiva –explicó monseñor Sánchez–, premiamos a quienes realizan una comunicación acorde con la dignidad de la persona humana y que sea favorecedora del bien común, del sentido social y de la convivencia ciudadana», «indicadores para discernir, desde el punto de vista ético, la verdadera comunicación social».
Refiriéndose al trabajo a favor de una comunicación acorde con la dignidad humana, el prelado se unió «a las voces de quienes reclaman personal e institucionalmente la mejora, desde el punto de vista ético, de los contenidos televisivos» en España, «especialmente en lo que se refiere a la infancia y a la juventud».
Se trata de una «antigua demanda de los obispos españoles», como recoge la CEMCS en el mensaje de este año con motivo de la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.
En él se reconoce como un «atentado continuado a la salud moral y cultural» de los espectadores «el bajo perfil ético y cultural» instalado en muchos contenidos de televisión, ocasionado en muchos casos por «una visión mercantilista de la comunicación».
El documento denuncia también el fenómeno «doloroso e injusto» de la «telebasura», que «se ensaña en la ridiculización de la concepción auténtica de la familia y de los sentimientos religiosos de los católicos».
Esta apreciación no es exclusiva de los obispos españoles, sino que desde los más diversos sectores sociales –comprueban los prelados— se denuncia esta situación de la programación televisiva.
Es obligación de la Administración del Estado –recordó monseñor Sánchez– «preservar unos mínimos de calidad éticas y estética en los medios». E insistió en la creación de un Consejo Audiovisual –«que goce de la mayor representatividad social posible, con plena libertad e independencia»– «como un instrumento que contribuiría a ello».
Entre los galardonados este viernes con los «Premios ¡Bravo!» de la Conferencia Episcopal Española a la comunicación se encuentran la película «La Pasión de Cristo» –dirigida por Mel Gibson–, el canal de televisión «Popular TV», la revista «Nuestro Tiempo» –de la Universidad de Navarra– y la agencia «Zenit».
