Los indígenas se convierten en protagonistas de la nueva evangelización

La experiencia de «Evangelizadores de Tiempo Completo»

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CIUDAD DE MÉXICO, 31 julio 2002 (ZENIT.org).- Con la canonización de Juan Diego, el indígena testigo de las apariciones de Guadalupe, evangelizador del pueblo azteca, Juan Pablo II ha subrayado el papel decisivo que tienen los indígenas en el anuncio del mensaje de Cristo.

Con este objetivo ha surgido en México y Centroamérica «Evangelizadores a Tiempo Completo», un programa que forma y apoya a todos los niveles a evangelizadores laicos, en buena parte indígenas, que se ponen al servicio de los obispos para la nueva evangelización.

Para comprender mejor esta nueva realidad eclesial, Zenit ha entrevistado al director del programa, el ingeniero Alejandro Pinelo, que cuenta con mil indígenas dedicados a tiempo completo a la evangelización, y con más de 35.000 evangelizadores laicos a tiempo parcial.

–¿Cuándo comenzó esta iniciativa?

–Alejandro Pinelo: En 1994 comencé a dedicarme a la formación de agentes de pastoral que se dedican a tiempo completo a la evangelización en México, El Salvador Guatemala y Venezuela, por medio de un programa de formación que inicia con cinco semanas intensivas de estudio y oración, y se continúa con actualizaciones semestrales de una semana.

–¿Cómo surgió la idea?

–Alejandro Pinelo: Inicialmente el trabajo fue concebido para zonas rurales donde el sacerdote no podía cumplir con todas sus actividades por las grandes extensiones territoriales de las parroquias mexicanas. Algunas tienen hasta veinte o treinta capillas y sólo por medio de laicos se puede atender la gran demanda de formación, servicios litúrgicos, cursos presacramentales, y preparación de catequistas.

–La gran mayoría de estos evangelizadores son indígenas. Hoy tienen un santo muy cercano…

–Alejandro Pinelo: Efectivamente, muchos de ellos son bilingües, pues en México hay gran cantidad de dialectos y lenguas indígenas. Entre nuestros Evangelizadores y catequistas hay más de 27 distintas. Es gente tan originaria como el mismo Juan Diego con el que se identifican muchos de ellos desde antes de que fuera beatificado. El ahora santo es un personaje muy querido en todo México. Ahora podrá ser un modelo e intercesor más eficaz en la nueva evangelización.

–¿Significa esto que sólo trabajan en áreas rurales?

–Alejandro Pinelo: No. Nuestro trabajo se desempeña tanto en ciudades como en el campo. Siempre donde el obispo nos marca la prioridad.

–¿De qué obispo depende el programa de Evangelizadores?

–Alejandro Pinelo: De cada una de las diócesis donde somos invitados. Quien solicita y autoriza el programa es el obispo y frecuentemente es él mismo quien convoca a sus presbíteros para ofrecer una presentación general del Programa. Cada uno de los párrocos selecciona los candidatos, entre aquellos agentes que tienen ya tres años o más en servicio pastoral.

Siguiendo el ejemplo de Juan Diego Cuahutlatoatzin, hacemos lo que el obispo nos indica seguros de que en esto agradamos a Dios y encontraremos la excelencia.

–¿Cuál es su carisma específico? ¿La novedad del programa?

–Alejandro Pinelo: La eficacia apostólica. Tenemos como patronos a san Pablo y san Pedro. El primero nos ilumina con su capacidad de trabajo evangelizador; el segundo nos impulsa a mantener la unidad en torno al Vicario de Cristo, dándonos garantía de correr por el camino correcto. San Agustín aconseja prestar atención al camino que se recorre, pues si estás equivocado, cuanto más corres más te alejas de la meta .

Entendemos por eficacia llegar al mayor número de hermanos, con profundidad, en el anuncio y la formación, en el menor tiempo posible.

–Esto suena a lenguaje empresarial…

–Alejandro Pinelo: Sí. La verdad es que el programa está llevado por laicos, muchos de ellos profesionistas, y desde luego hemos querido poner la mejor metodología al servicio de la Iglesia. En el siglo XVI la última moda era la imprenta y los franciscanos se esforzaron para traerla; nosotros utilizamos las herramientas actuales.

–Prácticamente, ¿cómo funciona el programa?

–Alejandro Pinelo: Formamos en profundidad a los Evangelizadores de Tiempo Completo para que ellos puedan formar a otros que se dediquen, aunque sea a tiempo parcial, a la catequesis, liturgia o promoción humana. Así hemos llegado a preparar 35.000 evangelizadores de tiempo parcial.

–¿Quién acredita la formación de estos agentes?

–Alejandro Pinelo: Nuestros programas están basados en la metodología de la Pontificia Escuela de la Fe, institución universitaria dirigida por los Legionarios de Cristo.

–¿Quién paga estas becas?

–Alejandro Pinelo: Las pagan laicos comprometidos que financian el proyecto.

–La canonización de Juan Diego es un momento muy especial para ustedes, ¿han preparado alguna actividad especial?

–Alejandro Pinelo: Desde luego. Tenemos ya más de un año preparándonos. A la canonización, en la Basílica de Guadalupe, han podido asistir 1.200 de nuestros evangelizadores, pues el cupo era muy reducido, pero por las calles estaban casi todos.

Los días 2 y 3 de agosto se llevará a cabo el congreso que celebramos cada dos años. En esta ocasión lo hemos dedicado, obviamente a San Juan Diego y a la Virgen de Guadalupe como primeros evangelizadores de América. El lema es «Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio».

Más información en http://www.evangelizadores.org.

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ZENIT Staff

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