Mensaje de paz del Papa para la cumbre de las islas Azores

Declaraciones del enviado especial pontificio a Washington

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CIUDAD DEL VATICANO, 16 marzo 2003 (ZENIT.org).- El cardenal Pio Laghi, enviado de Juan Pablo II para encontrarse con el presidente George W. Bush, pidió que la voz del Papa sea escuchada en el encuentro entre Estados Unidos, Gran Bretaña, y España que se celebraba este domingo en las islas Azores.

Durante su encuentro dominical con los peregrinos, Juan Pablo II había constatado: «todavía hay tiempo para negociar; todavía hay espacio para la paz; nunca es demasiado tarde para comprenderse y para seguir tratando».

El cardenal Laghi, que entregó a Bush el pasado Miércoles de Ceniza (5 de marzo) una carta a favor de la solución pacífica de la crisis iraquí, deseó que estas palabras del Papa lleguen también a la cumbre entre Bush y los primeros ministros británico, Tony Blair, y español, José María Aznar.

El cardenal Laghi, ex nuncio apostólico en Washington, comió este sábado con el pontífice para ofrecerle detalles de su encuentro con el presidente de Estados Unidos. No había podido hacerlo a su regreso de la capital estadounidense, pues el Santo Padre pasó esta semana recogido en oración con motivo de sus ejercicios espirituales anuales.

«El tema de la paz estuvo siempre presente en la oración del Papa durante este retiro, en el que yo también participé», informó el purpurado italiano al concluir su encuentro con el Papa en declaraciones a la prensa.

«Y entre las armas que aún nos quedan para conjurar la guerra, en primer lugar está la oración», subrayó. «Hemos rezado y seguimos rezando para que el mundo tenga confianza en el poder de la paz», declaró el cardenal.

«Nosotros insistimos en el desarme de Irak pero esperamos que se pueda obtener sin desencadenar una guerra –reveló Laghi–. Manifesté esta esperanza a Bush y esta esperanza persiste: no abandonemos la esperanza, pero claro hoy las cosas se han complicado mucho».

El Papa teme que «se desestabilice Oriente Medio y que una posible guerra contra Irak marque el inicio de una situación ingobernable», concluyó el cardenal.

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ZENIT Staff

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