ROMA, 9 oct (ZENIT.org).- «El abuso sexual de los niños es una perversión y causa un daño personal difícil de reparar». Lo afirma el padre Juan Edmundo Vecchi, rector mayor de los Salesianos, comentando los escándalos de abusos sexuales de menores promovidos por las redes de comercio internacional de Internet y con videocassettes.
Un fenómeno tan grave que lo lleva a decir, en una declaración distribuida por la agencia de las comunidades religiosas «Vid», que «la explotación sexual de los niños y la vergüenza del turismo sexual son una de las cuestiones pendientes en la aurora del nuevo milenio».
En Sri Lanka, uno de los países en los que se concentra el turismo sexual del Occidente, los Salesianos están trabajando desde hace años en la recuperación de los niños que han sido víctimas de abusos vinculados a dicho comercio.
En el centro «Don Bosco Negombo» 736 los niños han terminado el proceso de rehabilitación experimentando efectos positivos. En total, este centro ha entrado en contacto con un total de 66.304 niños a través de entrevistas, seminarios, actividades deportivas y culturales, y otros programas de prevención. Además, 600 jóvenes han sido acogidos en escuelas de apoyo.
El padre Vecchi considera que uno de los signos de solidaridad de los países ricos con el tercer mundo, y con Sri Lanka en particular, debería ser la creación de una conciencia cada vez mayor contra el turismo sexual.