Al encontrarse con unos 45 mil peregrinos en la plaza de San Pedro del Vaticano durante la audiencia general, el Papa confesó: «Participando con el espíritu, aseguro una sentida oración ante el altar del Señor especialmente por las víctimas y sus familias, por quienes han perdido su casa y por todos aquellos que sufren a causa de esta calamidad natural».

Juan Pablo II quiso saludar también en francés a un grupo de jóvenes suizos, y con ellos recordó los estragos que también ha causado el agua en su país.

Según la Protección Civil italiana, hasta el mediodía de hoy, se contaban 23 personas muertas y 9 desaparecidas a causa de las inundaciones. El número de personas que han tenido que abandonar sus casas se eleva a 43.190.