CIUDAD DEL VATICANO, 11 oct (ZENIT.org).- «Angustia». Este es el sentimiento que han suscitado en Juan Pablo II los episodios de violencia que tienen lugar en estos días en Oriente Medio y que están poniendo en tela de juicio los avances que había dado el proceso de paz en los últimos años.
Al encontrarse esta mañana con 38 mil peregrinos en la plaza de San Pedro del Vaticano con motivo de la audiencia general, el pontífice no pudo esconder la preocupación: «Con gran angustia estamos siguiendo la grave tensión que existe en Oriente Medio, que una vez más vuelve a estar sacudido por acontecimientos que han causado numerosas víctimas. No han quedado libres ni siquiera los lugares sagrados».
Ante una situación tan dramática, el pontífice reconoce: «no puedo dejar de exhortar a todos a que terminen cuanto antes con este torbellino de violencia».
Al mismo tiempo, invitó a «todos los creyentes» a «rezar a Dios para que los pueblos y los responsables de esa región sepan retomar el camino del diálogo para volver a encontrar la alegría de sentirse hijos de Dios, su Padre común».
El 2 de octubre pasado, al encontrarse con los peregrinos que habían llegado a Roma para participar en la canonización de 120 mártires chinos, tras los primeros enfrentamientos sangrientos, el obispo de Roma hizo un llamamiento público a los responsables de los pueblos involucrados y a la comunidad internacional «para que callen las armas, se eviten las provocaciones, se retome el camino del diálogo» (Cf. «Juan Pablo II: ¡Que «callen las armas» en Tierra Santa!»
).
Pero el compromiso de Juan Pablo II a favor de la paz en Tierra Santa no se detiene en los llamamientos públicos. La Santa Sede está desplegando todas sus energías para promover el diálogo. Ayer por la tarde, Shimon Peres, ministro de la Cooperación Regional de Israel y Premio Nobel para la Paz (1994), visitó el Vaticano para encontrarse con el cardenal Angelo Sodano, secretario de Estados, y con el arzobispo Jean-Louis Tauran, secretario para las Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado.
Según revela un comunicado publicado por Joaquín Navarro-Valls, portavoz vaticano, «en el coloquio tuvo lugar un intercambio de opiniones sobre la dramática situación de Oriente Medio».
«Por parte vaticana –continúa explicando Navarro-Valls en un comunicado oficial– se ha confirmado la prioridad de acabar con los enfrentamientos armados y la urgencia de una reanudación del diálogo entre las partes, en el respeto de las legítimas aspiraciones de los dos pueblos y de los acuerdos firmados»
En declaraciones ofrecidas ayer a la prensa italiana, Shimon Peres reconoció que el proceso de paz en Oriente Medio «no está muerto», aunque hay que reconocer que está «en el hospital en condiciones gravísimas».
Antes de visitar el Vaticano, Peres consideró en una rueda de prensa celebrada en Roma que «el conflicto tiene dos dinámicas, una política y otra religiosa; creo que al visitar Israel el Papa demostró que las religiones pueden encontrarse».
Para el Premio Nobel no existe el riesgo de un conflicto generalizado en Oriente Medio, pues «una sexta guerra en la región no resolvería nada». Además, subrayó que Israel ha logrado establecer óptimas relaciones con Jordania y Egipto y que ha retirado las fuerzas armadas del sur del Líbano.