SANTIAGO DE CHILE, 20 oct (ZENIT.org).- La Iglesia chilena ha puesto en marcha desde hace unas semanas un proceso de «relectura del pasado» con el fin de pedir perdón por las propias faltas y omisiones.
En concreto, el examen de conciencia analiza la actitud que se ha mantenido frente a las minorías indígenas y la posición frente a posibles violaciones de los derechos humanos que tuvieron lugar en los años del régimen militar chileno.
En este proceso de reflexión, promovido por el arzobispo de Santiago, monseñor Francisco Javier Errazuriz, participan diversos grupos de la sociedad chilena, desde los sindicatos a las Fuerzas Armadas.
«El objetivo es el de consolidar el camino de reconciliación dando un ejemplo de lo importante
que es pedir perdón por los errores cometidos», ha explicado el arzobispo con ocasión de la fiesta de la Virgen del Carmen, patrona de Chile.
«Es un paso indispensable para superar la tentación de seguir mirando el pasado», ha añadido monseñor Cristian Caro, vicario general de la arquidiócesis de Santiago.
Siguiendo los pasos de la Iglesia argentina en septiembre pasado, el Episcopado chileno se propone admitir la responsabilidad por los silencios y las omisiones que en los complicados años del régimen militar han inducido a muchos a creer que los católicos eran favorables a los métodos autoritarios del general Pinochet.
«Purificación de la memoria» es el título del documento con el que los pastores quieren examinar la «memoria» del país y acoger la exhortación de Juan Pablo II a las Iglesias locales de que formulen una «petición de perdón».
La Comisión nacional para el Jubileo ha invitado a diversos historiadores a recoger, en un estudio base, los testimonios necesarios para reconstruir la historia del país.
«Este material –ha explicado al diario italiano «Avvenire» José Verzera, portavoz de la Conferencia Episcopal chilena– está siendo estudiado por los prelados que redactarán el documento final a través del cual, el próximo 24 de noviembre, la Iglesia pronunciará su petición de perdón».
