BUENOS AIRES, 30 oct (ZENIT.org).- Ante unas 4.000 personas que se dieron cita en la Plaza de Mayo el sábado para participar del Encuentro Cristiano 2000, el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge Bergoglio, calificó la iniciativa como «un pequeño pasito hacia la unidad», dado «en puntas de pie».
El Encuentro, que requirió varios meses de preparación en el marco del gran Jubileo, contó con la participación, entre otras, de las Iglesias Católica, Anglicana, Apostólica Armenia, Evangélica y Ortodoxa Rusa del Patriarcado de Moscú. En el acontecimiento participó casi una veintena de obispos católicos y el nuncio apostólico en Buenos Aires, monseñor Santos Abril y Castelló.
Monseñor Bergoglio, durante el acto, afirmó que «En este camino para llegar a ser uno como Él (Cristo) nos pide, ponemos nuestros mejores deseos, nuestra oración, nuestro trabajo. En puntas de pie como Él lo hizo, pero con la certeza de que Él está, de que Él nos acompaña, que Él desde ese día que se hizo carne y habitó entre nosotros, camina con nosotros».
En un momento del acto, se hizo memoria de «los testigos de la fe del siglo XX», para homenajear a «tantos cristianos de las distintas confesiones que ofrecieron sus vidas por fidelidad al Evangelio». En tal sentido, se recordó a «todos aquellos que dieron la vida en las casas, caminos, templos, cárceles, campos de concentración y en los gulag», y que conforman «una multitud inmensa que no se puede contar».
También se citó a «los hermanos y hermanas ortodoxos, católicos y protestantes que bajo el comunismo, el nazismo y otras formas de totalitarismo han sufrido con paciencia y hasta el heroísmo la cárcel, la tortura, el desprecio y la muerte, por causa del Evangelio y por fidelidad a
su Iglesia».
Mensaje del presidente argentino
En un mensaje dirigido al arzobispo de Buenos Aires con motivo del Encuentro Cristiano 2000, el presidente de Argentina, Fernando de la Rúa, califica la iniciativa como «un hecho inédito, al mismo tiempo que altamente significativo del camino recorrido hasta ahora entre nosotros en el acercamiento y el diálogo».
El mandatario considera que «para toda la Argentina, los gestos de reconciliación y de búsqueda de la unidad son de gran valor como forma concreta de contribuir a afianzar la paz y el compromiso solidario».
Mensaje del Papa
Por su parte, el nuncio apostólico, monseñor Santos Abril, expresó el gozo de Juan Pablo II por «este hecho consolador de ver a hermanos unidos en la oración que brota de la fe cristiana, que alienta la esperanza y mueve al testimonio solidario del amor en nuestra sociedad».
Añadió que «con la esperanza de que superada toda división y con una conciencia histórica purificada avancemos hacia la plena unidad querida por Cristo, el Santo Padre eleva sus plegarias al Dios de la misericordia en este gran año del Jubileo 2000».