ROMA, 13 dic 2000 (ZENIT.org).- «Madre Teresa de Calcuta: las palabras, la vida» es el título del espectáculo musical que será representado el viernes próximo en el Teatro Verdi de la localidad italiana de Salerno.
Compuesto por el maestro Romeo Mario Pepe en honor de la religiosa albanesa, que entregó su vida a los más pobres de los pobres, la composición compagina ballet, teatro, canto y solidaridad.
En efecto, este último aspecto se subraya de manera particular. Las Misioneras de la Caridad, al dar su aprobación, pidieron que la entrada fuera gratuita, pues en una iniciativa así el dinero no puede ser motivo de discriminación. Ahora bien, durante el encuentro se organizará una colecta voluntaria de fondos para apoyar un proyecto de caridad cristiana de las Misioneras de la Caridad en la India.
La obra se concentra en la filosofía de vida de la Madre Teresa, que ella reflejaba con estas palabras: «la vida es amor, gózalo; la vida es misterio, descúbrelo; la vida es dolor, supéralo; la vida es un himno, cántalo; ¡la vida es vida, sálvala!»
El profesor Mario Romeo Pepe ha explicado a los micrófonos de «Radio Vaticano» los motivos que le han llevado a la composición de este espectáculo musical: «En el siglo XX ha habido grandes figuras desde el punto de vista político, social, humano y seguramente la Madre Teresa es una de ellas. Me fue suficiente leer algunos pasajes de sus escritos y escuchar la narración de su vida para que surgiera inmediatamente la inspiración».
«La Madre Teresa trató durante toda su vida de ayudar a quienes están en la necesidad, tratando de dar una mano a los pobres –continúa explicando el músico italiano–. Comencé a escribir propiamente la partitura en 1999, aunque en realidad el primer pasaje lo compuse poco después de su muerte, leyendo una de sus oraciones».
Mario Romeo Pepe considera que a la Madre Teresa, cuya causa de beatificación se encuentra en curso, le hubiera gustado la idea de hacer un espectáculo así. Para defender esta tesis cita las palabras que en una ocasión pronunció la religiosa al encontrarse con gente del mundo del espectáculo: «Vosotros dais alegría con vuestro espectáculo; nosotras hacemos lo mismo con nuestro servicio; lo importante no es que cantéis o que nosotros limpiemos o freguemos; ¡lo importante es que juntos llenemos el mundo con el amor que Dios nos ha dado!».