ROMA, 19 dic 2000 (ZENIT.org).- La música puede convertirse en un instrumento para promover la reconciliación en Oriente Medio. Lo demuestra «Amén», la última obra del compositor Goran Bregovic, presentada en Roma el domingo pasado.

Las apariencias son las de un concierto y un gran fresco con las imágenes de muchos de los dramas que la humanidad ha vivido por su culpa. En realidad «Amén» es una intensa oración por la reconciliación, una especie de camino espiritual que los intérpretes y los espectadores realizan para que del recuerdo de aquellos dramas surja una experiencia de perdón.

Bajo una enorme tienda octogonal, toda la escenografía destaca por el color blanco. De blanco se viste también Bregovic, quien es protagonista y autor de este espectáculo. En el centro de la estructura aparece un cubo sobre el que se proyectan imágenes evocativas que el fotógrafo Oliviero Toscani ha obtenido de documentales y telediarios que se sobreponen como en un caleidoscopio inquieto.

El punto de partida son las palabras de Juan Pablo II en la «jornada del perdón», el 12 de marzo pasado. En particular, se subraya el respeto por las tres religiones históricas que se remontan a la fe de Abraham.

Bregovic es un compositor de madre serbia y padre croata que dejó un día su ciudad de Sarajevo, donde nació «porque no soy un soldado» y cuya iniciativa tiene como objetivo la paz. Su música, como pocas, logra fundir lenguajes, estilos y géneros: el rock, el jazz, el folk, y el clásico.

Desde el punto de vista vocal, Bregovic une tres voces femeninas con un coro de lejanas raíces gregorianas al cual confía la apertura del concierto con un «Sanctus». Luego, la partitura se llena de significados al mostrarse el dolor de niños sufriendo, al Papa, la Virgen de Fátima y de Lourdes y los grandes desastres del siglo.

Las tres cantantes son una cristiana, una musulmana y una judía.

El concierto ha sido organizado por el Centro Internacional «Dionysa por el arte y la cultura» en Roma con motivo del Congreso que tiene lugar esta semana sobre el «Perdón en la familia de Abraham», al que han asistido representantes de las grandes religiones monoteístas y políticos de Oriente Medio y el Mediterráneo (Cf. «Encuentro entre representantes israelíes y palestinos en Roma»).