COIMBATORE, 8 ene 2001 (ZENIT.org).- Algunas de las más prestigiosas instituciones hindúes de la India han ofrecido un premio a Chiara Lubich, fundadora del movimiento de los Focolares, para reconocer su servicio incansable a la unidad y la paz.
La ceremonia de entrega del reconocimiento tuvo lugar el 5 de enero en Coimbatòre, en el Estado de Tamìl Nàdu. El acontecimiento se convirtió en un significativo encuentro de diálogo y amistad entre hindúes y cristianos.
El premio «Defender of Peace» (Defensor de la paz), fue entregado a Chiara Lubich por la Shanti Ashram, organización dedicada particularmente a la acción social en el campo educativo, a favor de los más necesitados, y por el movimiento Sarvodaya, que toma su nombre de una de las ideas guía del Mahatma Gandhi, es decir, el compromiso a favor de una vida digna para todos.
Frente a un público de más de 500 personas, líderes hindúes reconocieron el papel incansable de Chiara Lubich para «echar semillas de paz y de amor entre los hombres. Un signo –se puede leer en la motivación del premio– que en el mensaje de Jesucristo es relevante, actual y provechoso para resolver las cuestiones contemporáneas».
Toda la ceremonia giró en torno a dos conceptos clave: la importancia de la aceptación recíproca y la necesidad del amor para superar las dificultades y divisiones.
En su discurso, Chiara Lubich, presentó su experiencia espiritual desde los orígenes del movimiento de los Focolares: «El Señor nos guiaba hacia el corazón de su Evangelio, que es la ley del amor, para vivir esa «Regla de oro» común a todas las religiones: «Haz a los demás lo que quisieras que te hicieran», o como dijo de manera admirable el Mahatma Gandhi: «Yo y tú somos una misma cosa. No puedo herirte sin hacerme daño a mí mismo»».
El presidente del Bharatya Vidya Bhavan, de Coimbatòre, un Instituto cultural y religioso considerado como uno de los puntos de referencia de la ortodoxia hindú, insistió por su parte precisamente en este punto: «India es un país que tiene una gran herencia cultural y religiosa, pero hoy tiene que afrontar nuevos desafíos, graves problemas sociales, con frecuencia ligados a una mentalidad materialista, deseosa de poseer y sin valores morales».
«La cuestión central –observó a continuación Sri Krishna Raji Vanava Rayar, presidente del Bharatya Vidya Bhavan– está, por tanto, en vencer el odio con el amor, en transmitirlo a los demás. Chiara nos ha mostrado el camino porque ha hecho la experiencia de Dios».