El Santo Padre pronunció estas palabras al saludar a los muchachos de la Acción Católica de Italia, quienes al final del encuentro con el Papa vivieron un emotivo gesto de paz, al dejar en libertad desde la ventana de la biblioteca del pontífice unas palomas.

Varios países católicos del mundo, entre los que se encuentra Italia, habían celebrado el 27 de enero el «Día de la memoria», con la que la Iglesia pretende que «no se olviden los horrores de la Shoah» del pueblo judío, dijo el Papa.

Se trata, al mismo tiempo, añadió, de una advertencia para evitar «todo tipo de aberración humana que nace del rechazo del diálogo entre las culturas y entre las religiones diferentes».

Las palomas que liberaron los muchachos, concluyó el Papa, son «un auspicio de solidaridad y de paz para el nuevo año que acaba de comenzar».