Según revela un informe estadístico elaborado por la Federación Española de Religiosos de la Enseñanza (FERE), en los últimos ocho años las escuelas católicas han perdido 326.330 alumnos, lo que representa el 19,2 por ciento del total de estudiantes. Entre los cursos 1991-92 y 1999-2000, la matrícula de los centros católicos pasó de 1.703.578 a 1.377.248.
Ahora bien, se trata de un problema que también se experimenta en las escuelas públicas. En ese mismo período, el descenso de matriculaciones en la enseñanza pública fue del 15,3 por ciento, es decir, 1.257.840 alumnos menos, según los datos del informe.