SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, 24 enero 2001 (ZENIT.org).- El obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi, rechazó ayer un posible papel de mediador entre el gobierno de México y la guerrilla zapatista, indicando que no tiene la suficiente capacidad para ejercer un servicio de esa naturaleza.
En este sentido, monseñor Arizmendi, sucesor de quien fue presidente de la Comisión Nacional de Intermediación (CONAI), monseñor Samuel Ruiz, explicó que «hay un salmo en la Biblia que dice que no hay que andar ambicionando grandezas que superan nuestras capacidades, y yo no me considero con la suficiente capacidad para un servicio de esa naturaleza. En primer lugar porque tengo mucho que hacer en las comunidades».
Asimismo, el obispo de Chiapas indicó que el formato de diálogo y mediación se tiene que ir modificando y adecuando a las nuevas situaciones.
Además, añadió que el hecho de que una delegación de líderes del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) vaya a viajar a la ciudad de México y pida ser escuchado por el Congreso «es otro formato de diálogo, es una manera más directa» de trato.
El obispo consideró que estos pasos constituyen un buen camino, porque así los rebeldes pueden plantear sus exigencias, sus necesidades, siendo analizadas por el Congreso, al que le compete hacer los cambios que tengan que hacerse.
También puso de manifiesto que el EZLN solicita, ante todo, un cambio de sistema social y político en todo el país, iniciativa que debe de regular el Congreso.
El subcomandante Marcos, «jefe máximo» del EZLN, anunció que encabezará una delegación de comandantes indígenas a la ciudad de México, que saldrá de San Cristóbal el próximo 25 de febrero para llegar a la urbe el 6 de marzo.
El conflicto del Estado sureño de Chiapas estalló el 1 de enero de 1994, cuando militantes del EZLN se levantaron en armas en protesta del Tratado de Libre Comercio (NAFTA) entre Estados Unidos, México y Canadá.