LA PAZ, 30 abril 2001 (ZENIT.org).- Los obispos católicos de Bolivia pidieron este domingo al gobierno, a los sindicatos y a la oposición adopten la vía del diálogo para solucionar las graves protestas sociales que tienen su epicentro en la región del Chapare, donde productores de coca bloquean una carretera pidiendo la renuncia del presidente Hugo Banzer.
El ministro de Gobierno, Guillermo Fortún, dijo que está dispuesto a ordenar el repliegue del ejército y la policía que patrullan intensamente el Chapare, 580 kilómetros al sureste de aquí, para evitar que se propaguen los bloqueos, como amenazó el líder cocalero Evo Morales.
El documento episcopal, que cuenta con la firma del primado de la Iglesia Católica, el cardenal Julio Terrazas, y lleva el título «Por la reconciliación y la paz», pide lanzar una serie de diálogos sociales sobre crisis económica, corrupción, reforma constitucional, elecciones presidenciales transparentes y reivindicaciones sindicales.
«La crisis actual se ha acentuado por el incumplimiento de los compromisos contraídos por el gobierno, por el agotamiento del modelo económico, por la corrupción y la pérdida de credibilidad del sistema político», constatan los obispos colombianos en el documento.
La Central Obrera Boliviana, la organización más importante de trabajadores, anunció que aceptará la propuesta episcopal, pero no piensa suspender la huelga de hambre ni los bloqueos con los que ese sector se sumará a partir del 1 de mayo al corte de rutas que realizan los cocaleros.
Carlos Sánchez, dirigente del principal partido opositor, Movimiento Nacionalista Revolucionario, dijo que su partido responderá el lunes a la propuesta. Al cierre de esta edición todavía no se había hecho pública su posición.
Carlos Calvo, presidente de la Confederación de Empresarios dijo que llamado de la Iglesia «es el mejor camino para buscar soluciones».
El martes, en una jornada de protesta convocada por los transportistas murieron dos civiles por efecto de la represión policial.
El ministro de Información, Manfredo Kempff, insistió en que hay demandas de los sindicatos que no se pueden atender, además de la renuncia de Banzer. Entre ellas mencionó la petición de liberar el cultivo de coca, materia prima de la cocaína; o la petición de volver a expropiar y hacer estatales las empresas privatizadas en el último gobierno del MNR (1993-97).