ROMA, 15 mayo 2001 (ZENIT.org).- «La clonación está todavía en manos de científicos y tecnólogos que quieren satisfacer sus caprichos y de políticos que no son competentes en esta materia». Esta es la denuncia que ha lanzado el padre Angelo Serra, profesor emérito de genética humana en la Universidad Católica del Sagrado Corazón de Roma.
Al intervenir en el congreso «El embrión: una persona humana», promovido por el Centro pastoral Logos, en el Ateneo Pontificio «Regina Apostolorum», Serra, pionero mundial en el campo de la genética (tiene 82 años) y miembro de la Academia Pontificia para la Vida.aclaró que «En Estados Unidos, la hipótesis de clonación humana ha sido por ahora condenada porque sería un experimento prematuro y arriesgado: pero no se trata de un «no» claro».
Por lo que se refiere a la fecundación «in vitro», el genetista, que fue colaborador del Premio Nobel RenatoDulbecco, considera que la situación es análoga, «pues no hay reglamentaciones precisas, dado que falta un compromiso serio por parte de aquellos que deberían decidir en este sentido».
«Desde el punto de vista deontológico, los médicos deberían negarse a someter al 90 por ciento de los pacientes a tratamientos dolorosos que no ofrecen ningún resultado», considera.
De hecho, sólo el 10 por ciento de las aspirantes a ser madres logran tener un hijo. «En general, un producto farmacéutico no llega al mercado si causa daños a la mayoría de los enfermos –concluyó el genetista–. Pero el campo de la reproducción asistida se ha convertido en un auténtico comercio y en materia de especulación: sólo en Estados Unidos es practicada en 250 clínicas».