CIUDAD DEL VATICANO, 22 mayo 2001 (ZENIT.org).- El consistorio alcanzó este martes uno de sus momentos culminantes en la única jornada que ha estado dedicada por completo al debate. Ha sido un auténtico maratón de intervenciones de los cardenales en las que se adoptó un tono decididamente franco.
Juan Pablo II, al abrir ayer las sesiones de trabajo, pidió a los purpurados que presentaran propuestas concretas para afrontar las perspectivas de la Iglesia en estos inicios de milenio. Y los participantes en el consistorio no le han defraudado. De hecho, las ideas presentadas a puerta cerrada han sorprendido por su carácter práctico.
Diccionario sobre los «nuevos» términos de la sexualidad
El cardenal colombiano Alfonso López Trujillo, presidente del Consejo Pontificio para la Familia, abrió la serie de iniciativas específicas proponiendo la redacción de un diccionario de
términos relativos a la «nueva» sexualidad y a los temas relacionados con la familia.
La obra, que no sólo tendría interés para la Iglesia, explicaría algunos «nuevos» términos relativos a la sexualidad humana como «salud sexual» o «diferencias de género». En este manual se recogerán los estudios y reflexión que ha llevado adelante la Iglesia, especialmente a través de las delegaciones de la Santa Sede en las conferencias mundiales de las Naciones Unidas sobre temas como población, mujer, desarrollo social y asentamientos humanos.
La iniciativa será coordinada por el Consejo Pontificio para la Familia y contará con la colaboración de unos cincuenta expertos de prestigio internacional, incluso no católicos (sociólogos, médicos, etc.).
El sueño del encuentro pancristiano
Al hacer un balance del Jubileo, el cardenal Roger Etchegaray, presidente del Comité vaticano para el año santo, había constatado el lunes, durante la apertura, que uno de los pocos sueños del Papa para el Jubileo que se quedaron en el tintero fue la celebración de un encuentro pancristiano de representantes de todas las confesiones e Iglesias. El cardenal Cormac Murphy O´Connor, arzobispo de Westminster, cogió la provocación al vuelo y en su intervención, propuso: «¿por qué no hacer ahora ese encuentro?».
Y dado que Gran Bretaña es un auténtico laboratorio del diálogo ecuménico, ofreció la acogida de su país para celebrar esta cumbre tan deseada por Juan Pablo II. No lo dijo, pero sin duda la iniciativa sería vista con buenos ojos por la Reina de Inglaterra.
Nuevas tecnologías y comunicación en la Iglesia
Varios cardenales han afrontado la cuestión de la importancia de los medios de comunicación para la Iglesia. En este sentido, el portavoz vaticano, Joaquín Navarro-Valls ha revelado que se constató en el aula del consistorio que los periodistas acreditados ante la Sala de Prensa de la Santa Sede reciben antes las informaciones que las mismas diócesis. La propuesta, por tanto, consiste en aprovechar los nuevos instrumentos de la técnica moderna para promover la comunicación en la Iglesia. Internet en este sentido puede ofrecer una ayuda única. El portavoz no dio detalles, pero una iniciativa de este tipo se está aplicando ya con éxito en América Latina, gracias a la Red Informática de la Iglesia en América Latina (RIIAL).
Un Sínodo sobre la Palabra de Dios
El cardenal Carlo Maria Martini, arzobispo de Milán, sugirió la utilidad de celebrarse un Sínodo sobre la Palabra de Dios en la vida de la Iglesia. El Papa, de hecho, insiste mucho en este aspecto en la carta que sirve de base para el debate, la «Novo millennio ineunte».
El Vaticano II mantiene su actualidad
En esta serie de propuestas, causó también gran interés la sugerencia lanzada por el cardenal colombiano Darío Castrillón Hoyos, prefecto de la Congregación para el Clero, quien consideró que «por una serie de razones de tipo histórico, el Concilio Vaticano II conserva todavía una gran riqueza que necesita ser desarrollada, de modo que no sería realmente útil hablar de un nuevo Concilio».
Un «Vaticano III» había propuesto en el Sínodo de Europa (1999) por el cardenal Martini. La idea, sin embargo, no ha recibido por ahora apoyos en este consistorio. En la «Novo millennio ineunte», el pontífice afirma que las propuestas del Concilio Vaticano II son el faro que ilumina la navegación de la Iglesia en este inicio de milenio.
El consistorio más numeroso de la historia perdió en este martes a dos de sus protagonistas, que no han podido asistir a causa del cansancio. Se trata del cardenal polaco Andrzej Maria Deskur, compañero de Universidad de Karol Wojtyla, que desde el momento en que fue elegido un Papa polaco se encuentra paralizado en una silla de ruedas; y del cardenal brasileño Lucas Moreira Neves, gran amigo también de este pontífice desde inicios de su pontificado, a quien el diabetes le obligó hace unos meses a renunciar al cargo de prefecto de la Congregación vaticana para los obispos.
Mañana, miércoles, los cardenales se reunirán en grupos de trabajo para seguir analizando las propuestas que se están presentando en la asamblea plenaria. Ofrecerá una síntesis, al final de la jornada, el cardenal Juan Sandoval Íñiguez, arzobispo de Gudalajara (México) y relator del consistorio.
Navarro-Valls ha revelado que al Papa le gustaría que los cardenales redactaran también una declaración final para que sea presentada a la opinión pública. El texto común debería ser presentado en la mañana del jueves, día en que se concluye solemnemente esta sexta asamblea extraordinaria de los cardenales de este pontificado.