PHNOM PENH, 31 mayo 2001 (ZENIT.org).- La Iglesia Católica en Camboya está de fiesta con la ordenación como diáconos de cuatro seminaristas este próximo 10 de junio. Es la primera vez en treinta años que se confiere ordenes sagradas a seminaristas formados en el país después de la guerra.
Recibirán el orden del diaconado Son Un, Hang Ly Suon, Paul Lay y Nget Vinéy. Los nuevos diáconos, que tienen entre 40 y 30 años, se vieron obligados en su mayoría a realizar trabajos forzados en tiempos del sangriento régimen de los Jemeres Rojos y, sin excepción, tuvieron que refugiarse en lugares alejados a sus ciudades o aldeas de origen.
Las Misiones Extranjeras de París fundaron ya en el sudeste asiático un seminario en 1660. Ahora bien, varias oleadas de persecuciones y en especial la protagonizada por el dictador comunista Pol Pot entre 1975 y 1979, no permitieron la consolidación de un clero local.
Hasta ahora las tres jurisdicciones eclesiásticas de Camboya sólo cuentan con un sacerdote nativo: el padre Sophol Tonlop. Las hambrunas vividas en Camboya en la década de los ochenta, poco después de la caída de Pol Pot, provocaron el flujo masivo de la población hacia los campos de refugiados de Tailandia. Allí, entre cenizas, renació el Seminario mayor en 1991.
En el momento en el que los misioneros pudieron entrar de nuevo al país, el Seminario fue instalado en la provincia de Battambang, limítrofe con Tailandia, bajo la dirección de los padres Bernad Durpaz y Jean-Marie Birsens, sj, en 1992.
En diciembre de 1998 el Seminario al ser trasladado a Phnom Penh, la capital del país, con el objetivo de abrir nuevos caminos para la formación del clero local, inició una nueva etapa bajo la orientación de los padres Omer Giraldo, mxy y Bruno Cosme, mep.